María Candelaria y la trágica historia de Dolores del Río

Los paisajes de Xochimilco eran presentados como la “Venecia Mexicana”, las chinampas, las flores y el aire provinciano, fueron elementos mágicos que se conjugaron con la belleza de Dolores del Río y el porte de Pedro Armendáriz en la película “María Candelaria”. “Cada escena de esta película es un cuadro que encanta a la vista y deja una honda impresión en el ánimo del espectador porque ha logrado captar las bellezas del más hermoso rincón mexicano, Xochimilco, con sus sauces, con sus canales, sus chinampas y sus flores y su cielo bordado con hermosas nubes”, de 1944.

El amor y la tragedia entre María Candelaria y Lorenzo Rafael protagonizaron esta historia que se anunció como una joya de la cinematografía nacional, con una belleza plástica extraordinaria que llegó al Cine Palacio el 20 de enero de 1944. “Una conmovedora historia de amor, en el paisaje mexicano de mayor belleza, con la mejor actriz del cine nacional”, rezaba el promocional que se difundió entonces en el diario. Se volvía a repetir la fórmula exitosamente probada en “Flor Silvestre”(1943), donde Dolores del Río y Pedro Armendáriz fueron dirigidos por Emilio “El Indio” Fernández y el ojo fotográfico del maestro Gabriel Figueroa, quien también se sumó a esta producción que obtuvo Grand Prix y premio a Mejor Fotografía para Gabriel Figueroa en el Festival de Cannes en 1946. La historia inicia con una confesión del pintor que quedó encantado con la belleza de María Candelaria cuando la conoció vendiendo flores en el pueblo de Xochimilco. “Hace ya muchos años que pinté ese cuadro y no puedo pensar en él más que con horror porque fue causa de una tragedia”, dice con un tono de arrepentimiento, y muy en su papel, el actor Alberto Galán.

El deseo más grande de María Candelaria y de Lorenzo Rafael es casarse, por lo que centran todas sus esperanzas en una pequeña marranita que los ayudaría a obtener el dinero necesario para el matrimonio, sin embargo, la maldad del cacique del pueblo y los injustos prejuicios de la gente, lo complican todo. La historia llega a su clímax cuando se descubre un cuadro en el que María Candelaria posa supuestamente desnuda, lo que desata la furia del pueblo que se dispone a matarla, mientras que Lorenzo Rafael está en la cárcel acusado injustamente. “Dos indígenas de Xochimilco, entre quienes se desarrolla un romance y una tragedia, porque en esta película palpita el alma de nuestros pobres indios con toda su tristeza, su estoicismo y sus raras alegrías”, se lee  a manera de reseña.  No todo era color de rosa, así como se resaltaba el gusto del público por disfrutar de esta cinta filmada en tan bello paisaje y con tan buenos actores, en las notas de la época también se encuentran testimonios de cierto perjuicio social por cintas con referencias indígenas, como se lee a continuación:

“Con obras de esta naturaleza, necesariamente desaparecerán los prejuicios inexplicables de un sector de nuestro público que huye de las películas en las que se presentan a los personajes vistiendo el humilde vestido de manta y el tocado de sombrero de palma”. El éxito para “María Candelaria” continuó por varias semanas más hasta volverse un clásico de la Época de Oro del Cine Mexicano, a Dolores del Río, quien ya tenía un camino recorrido en Hollywood, le significó el éxito en México.

 

Texto y foto: El Universal

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