Meridanos recuerdan a Pedro Infante, quien murió en un avionazo hace 68 años

La leyenda del cine mexicano es recordada por vecinos y autoridades; la alcaldesa Cecilia Patrón destaca su legado y la importancia de mantener viva esta tradición comunitaria

En el aniversario 67 del fallecimiento de Pedro Infante, el ídolo del cine mexicano fue homenajeado una vez más por la familia Canto García, vecinos del rumbo y diversos invitados, entre ellos la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada, en la tradicional esquina de “La Socorrito”, ubicada en la calle 87 por 54, del sur de la ciudad.

Pedro Infante, nacido en Sinaloa, pero considerado por muchos como yucateco por adopción, murió el 15 de abril de 1957 cuando la avioneta que él mismo piloteaba se desplomó en esa zona. Desde entonces, cada año se le recuerda con cariño, por lo que las autoridades han impulsado espacios en su honor, como el parque Pedro Infante en ese mismo barrio, además de otro ubicado en Xcalachén.

Durante el evento, la alcaldesa destacó el legado del artista, tanto por su carrera en el cine y la música como por el cariño que despertó entre generaciones.

“Pedro Infante dejó huella, hizo vibrar corazones y su recuerdo sigue presente en muchas colonias de Mérida”, expresó.

También reconoció la labor de Luis Canto, organizador del evento, por mantener viva esta tradición que fortalece la identidad comunitaria.

La edil recordó que, junto con vecinos, años atrás decidieron construir el parque como un homenaje permanente.

“Por acciones como esta, la Dirección de Cultura lleva también el nombre de Identidad”, señaló.

Pedro Infante es recordado por clásicos como Cien años, Amorcito corazón, Mi cariñito, Las mañanitas y por su icónico papel de “Pepe el Toro”. Escenas como aquella en la que carga el cuerpo de su hijo “el Torito” tras un incendio, aún conmueven a quienes crecieron viéndolo en televisión.

No son pocas las abuelas y abuelos que siguen emocionándose con sus películas, transmitidas en blanco y negro y convertidas ya en tesoros del Cine de Oro Mexicano.

Infante solía visitar Yucatán con frecuencia, pues tenía una empresa de mensajería que utilizaba avionetas, además de que era aficionado a las motocicletas y al fisicoculturismo.

Su legado no solo vive en la pantalla, sino también en la memoria colectiva de miles de familias que, como cada año, se reunieron para recordarlo en el sitio donde ocurrió su trágico final.

Texto y fotos: Darwin Ail