Mi padre se fue para que no nos faltara nada: Rossana

“Mi papá siempre estuvo al pendiente de nosotros, incluso nos dijo que pronto regresaba con nosotros”, estas fueron las palabras de Rossana Guadalupe Góngora May al momento de recordar a su padre, Luis Demetrio Góngora Pat, quien le fue arrebatado por dos miembros del Departamento de Policía de San Francisco, Estados Unidos.

Conmovida hasta las lágrimas por las imágenes de su padre fallecido a manos de personas que deberían protegerlo, la joven de Teabo contó que su progenitor pretendía regresar a su tierra el mayo de 2017 para la fiesta de la comunidad, lo cual representaba una ilusión para toda su familia.

“Mi ilusión era volver a encontrarme con él, pero mis ilusiones murieron desde el mismo momento que el murió. Ya no tengo ningunas ganas de ir a Estados Unidos, ni siquiera de paseo, solo tenía ganas de estar con él”.

Rossana Guadalupe describe a su padre como una persona que siempre dio todo por ellos, y que siempre estaba al pendiente de las necesidades de su familia, y asegura que ella lo recuerda “con mucho amor, porque él era muy cariñoso con nosotros, siempre al pendiente de lo que nos hacía falta, nunca nos dejó desamparados, siempre en contacto nos hablaba y nos preguntaba como estábamos. Su ilusión era que no nos faltara nada”.

“Él nos construyó la casa y mandaba dinero para que cada uno de mis hermanos fuera a la escuela, le interesaba que estudiáramos. Incluso nos compró nuestros terrenos para hacer nuestras casas, para que cuando el regrese no nos haga falta nada y tengamos de todo un poco”, detalló.

Su familia platica que Luis Demetrio Góngora Pat era campesino en el municipio de Teabo, en donde todas las mañanas con su caballo iba a recoger leña y a arar el campo, de donde cosechaba maíz para el consumo familiar.

“Él se fue hace 15 años. Siempre nos decía que quería regresar pero no nos daba una fecha exacta, solo nos decía que cuando estuviéramos grandes y no nos hiciera falta nada, volvería con nosotros”, describió.

Relata que como si fuera un presentimiento, su padre le contaba que San Francisco era muy bonito, pero siempre que lo cuestionaban sobre la posibilidad de visitarlo, él siempre les decía que mejor no, ya que era una ciudad muy grande, donde había todo tipo de cosas.

“Nosotros queremos justicia, tanto nosotros como las personas que nos han ayudado de todo corazón, sin pedirnos nada a cambio. Ellos se dan cuenta de la injusticia que se comete y quieren como nosotros, que se limpie el nombre de mi padre, que se haga justicia”, finalizó.

–Roberto Ojeda

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