Morgue escolar

Armando Escalante
Periodista y analista político

Todos deseamos que al presidente Manuel López le vaya bien. Es más quisiéramos que le fuera muy bien. Porque suponemos que si así fuera, a los demás nos iría igual. Sin embargo, frente a tantos errores, tantos disparates y desatinos, el resultado tiene que ser otro.

Para comenzar, el pais está abandonado en el funcionamiento primario de sus instituciones. La orden de quitarle presupuesto a todas las dependencias, dejarlas sin agua y sin papel de baño, jabón y hasta sin el pago de las rentas, ha hecho crisis y se traduce en el mal trato y peor servicio para los ciudadanos.

La permisividad de las autoridades federales frente a hechos violentos —se esconden como avestruces para no saber la realidad—, es la que mantiene un bloqueo ferroviario en las principales vías de comunicación para el transporte de carga, sin que le interese ni le importe al señor López. Muy cómodo es gobernar sin hacerlo. Fingir que se es presidente y pregonar que el país está tranquilo, es fácil cuando no se ordena combatir ni perseguir el crimen de alto impacto, dejando a los mexicanos a expensas de los delincuentes.

De acuerdo con versiones periodísticas e incluso radiofónicas, la parálisis oficial se refleja en los trámites tardados en la SHCP, como por ejemplo la falta de citas y las demoras en el SAT, una dependencia que ha dado un abrupto giro hacia el pasado, tirando por la borda la eficiencia que desplegó durante los últimos años, al grado de existir un mercado negro al mejor postor que vende los turnos para las audiencias.

Y ni que decir de la ausencia de una Secretaría de Salud, que ha confirmado el abandono total de la atención a la sociedad, con el mal manejo o más bien, cero manejo, de la pandemia. Sobra decir que el mayor daño ha sido retirarle el presupuesto para la atención de enfermedades catastróficas, y eliminar todo apoyo a las familias con niños que tienen males oncológicos además del absurdo de no comprar medicamentos a los laboratorios que los proveían, solo por la ocurrencia de que son negocios poderosos que promovían la corrupción. Amlo prefirió dejar sin medicinas a los mexicanos durante tres años ya, solo porque se le pegó la gana, ya que hasta ahora, no ha probado tales ilícitos.

Mención aparte del daño causado por la SSA es el plan de vacunación anti Covid que ha confirmado la ineficacia de las fuerzas armadas que manejan como pueden, en viejos aviones y algunos camiones verdes, su traslado y reparto por todo el país, mientras se quedan en el almacén 20 millones de vacunas y se siguen muriendo miles de personas por su fallida campaña y férreo control para evitar que los gobernadores las utilicen.

Y ni que decir del abandono total al campo, la falta de mantenimiento a las carreteras, puertos y aeropuertos, la real desaparición de la SCT, los malos resultados en todos los deportes en las pasadas olimpiadas y en general, desalentar por decreto todas las demás actividades económicas.

Un desastre por todos lados que no lo imaginan los fanáticos seguidores del peje.

El xix.— Con este panorama, en pocos días estará en Yucatán otra vez, el mayor destructor del país, para continuar su campaña de obras absurdas de las que ya nos ocuparemos más adelante. Hoy, contra lo que se pudiera pensar, queremos que el presidente tenga éxito en su plan de hacer volver a clases a miles de niños este fin de mes —pese a que están aumentando el número de contagios y las muertes siguen creciendo—, los estudiantes estén a salvo, que no se contagien de Covid y que el plan de Manuel López no se vuelva una morgue escolar, como ha pasado con todo el país.

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