CIUDAD DE MÉXICO.- Al oficiar la misa de Domingo de Ramos, el arzobispo Primado de la Ciudad de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, llamó a los feligreses a no ser indiferentes frente al dolor de los demás, en ocasión de lo sucedido hace más de dos mil años con la pasión y muerte de Jesucristo.
Tras ingresar a la Catedral Metropolitana siendo parte de la procesión y cargando en sus manos unas palmas, el jefe de la iglesia católica de México caminó por el pasillo central del templo hasta llegar al altar central.
Luego de escuchar la lectura del profeta Isaías y la carta de San Pablo, conforme a las tradiciones católicas, Norberto Rivera Carrera atestiguó el relato sobre la pasión de Jesús de Nazaret según San Mateo, ejemplificado a través de una narrativa a detalle en la que participaron tres oradores frente al altar.
En su homilía, el Arzobispo Primado de México, tras hacer una serie de reflexiones por lo sucedido hace más de dos mil años, pidió a los creyentes aceptar la invitación de Cristo “para tomar una actitud, una decisión ante la misión de Jesús, porque quizás somos nosotros los que estamos llevando nuevamente en sus miembros (la sociedad) al dolor y el sufrimiento. Y agregó: “Quizás simplemente no estamos participando por debilidad, quizá solamente queremos ser espectadores”. Dijo que con las actuaciones en las que incurre la sociedad, “Cristo sigue padeciendo”. Se refirió a los sucesos registrados en Siria y dijo que “en cada uno de sus miembros está padeciendo; nosotros hemos escuchado lo que pasó hace 20 siglos, pero eso mismo puede estar sucediendo ahora”. Dentro de las reflexiones en las que invitó a los fieles a no sólo ser espectadores e indiferentes frente a los problemas, citó lo que se hace en política. “También podemos estar como aquel que se lava las manos, que simplemente está tomando decisiones por debilidad, por política, por quedar bien o no estar tomando decisiones ante un Jesús que pasa delante de nosotros sufriendo, perseguido y crucificado”.
– Agencias
