Paciencia, tiempo y predisposición

Carlos Pérez
carper165@hotmail.com

Durante mucho tiempo hemos escuchado que no es lo mismo oír que escuchar, según la RAE hay una diferencia muy puntual entre los dos, oír es percibir con los oídos y escuchar es prestar atención a lo que se oye, si esto que dice el máximo organismo es verdad, entonces la voluntad y la intención es lo que marca muy bien cada acción y si le agregamos que oír es un proceso fisiológico y la escucha una capacidad cognitiva, sin embargo, en los último tiempos ya no se trata de algo solamente sonoro y de prestar atención, sino es mucho más que eso, es decir, es tener una conciencia plena del mensaje, con el fin de entender lo que se está diciendo, de manera enfocada y que se logre una comunicación efectiva, en pocas palabras que tenga un resultado positivo.

Pero qué sucede cuando hablamos de negocios, hay todavía más la urgencia de entender la opinión de nuestros diferentes públicos para comprometernos de que estamos haciendo las cosas bien y de acuerdo con el mercado, si somos capaces de generar habilidades para tener una escucha activa constante vamos a lograr una imagen de comunicación efectiva al exterior y con ello fidelizar a más clientes.

La escucha activa te permite tener conversaciones más significativas y de calidad con tus clientes, ya que al prestar toda la atención se sentirá más escuchado y sobre todo observará que sus comentarios son tomados en cuenta y se pone el foco en la solución, muchas ocasiones la respuesta está ante nosotros, solo es cuestión de prestar más atención; la escucha activa te permite, conocer la actualidad del mercado, los intereses de los públicos consumidores y de la competencia, te accederá a canales para detectar tendencias, nichos y opciones comerciales de ver a primera vista.

Según el sitio blog.huspot.es, los elementos para tener una buena escucha activan son: 1. Atención en no solo recibir los mensajes sino en lo que está detrás de ellos; 2. Escuchas de manera objetiva sin prejuicios o filtros; 3. Ser empáticos para comprender lo que nos están diciendo; 4. Disposición para tener un interés legítimo en lo que nos dicen. Estas son algunas recomendaciones, pero lo más importante es la respuesta a esta pregunta: ¿Escuchas activamente a tus clientes?