PlayStation VR lleva la realidad virtual al gran público

Sony lanza hoy PlayStation VR, el dispositivo de realidad virtual de PS4, que a su vez es el primero en llegar a una videoconsola. Junto con HTC Vive y Oculus Rift, PSVR es una tercera apuesta por llevar los videojuegos a la realidad virtual.

La RV es algo relativamente desconocido para el gran público. Aunque Samsung ya haya lanzado su dispositivo en este área y Google tenga intención de hacerlo antes de final de año, tanto Gear VR como Daydream VR son aparatos secundarios para sus empresas. Y aquellos que realmente quieren apostar por ello, Oculus y Valve, exigen a los interesados unos ordenadores bastante caros y potentes para funcionar adecuadamente.

A medio camino entre ambos extremos, Sony propone algo asequible en comparación: 400 euros frente a los 800 o 900 de Rift y Vive. Además, funciona en una de las consolas más populares del momento y de los últimos tiempos, PlayStation 4, por lo que mucha gente no tendrá que hacer una inversión extra.

Esta suma de factores es lo que hace tan atractivo el nuevo dispositivo y lo que lleva a pensar que la realidad virtual pueda tener una oportunidad.

Más barato que la ‘competencia’

No es todo perfecto, por supuesto. Para tener la experiencia completa de PlayStation VR hace falta desembolsar algo más de dinero. La cámara que reconoce los movimientos del dispositivo y los mandos de control por movimiento suman otros 100 euros más a la compra. A ese dinero, por supuesto, hay que sumar el de los videojuegos, pero esto no es algo que se le pueda echar en cara.

¿Merece la pena hacer este desembolso para jugar a la consola de otra manera? Es difícil contestar.

Lo que es innegable es que PSVR es el dispositivo más equilibrado de todos los disponibles: no es tan caro y la calidad de imagen es bastante buena, aunque no llegue a ser la idónea en algunas ocasiones. Sus materiales y su peso no son desagradables tampoco, incluso si jugando de pie es posible acabar con un leve dolor en el cuello pasado un rato.

Sony también se ha esforzado porque PlayStation VR reciba varios juegos que lo acompañen en su lanzamiento, pero la mayoría todavía no han pasado de la fase de exploración y comprensión de la realidad virtual.

Por un lado, hay varios que marean bastante, como es el caso de Odisea Scavenger, un juego de naves espaciales. Otros están muy limitados, como Until Dawn: Rush of Blood, un tren de la bruja casi literal donde apenas hay interacción y en el que no es posible moverse libremente.

También están los juegos tan breves que parecen estar a medias, como Batman Arkham VR. Aunque este es uno de los mejor, porque es muy sencillo sentir que uno es Batman, apenas dura más de una hora. También hay juegos como REZ Infinity, que son brillantes, pero agotadores para la vista.

Y, por último, hay juegos adaptados que palidecen ante sus versiones ‘completas’. Es el caso de Driveclub VR, que no es tan bonito como el juego que llegó a PS4 hace unos años.

Las limitaciones de PSVR, que no tiene tanta resolución como Vive o Rift, sin embargo, son sus juegos. Es muy sencillo abtraerse y meterse dentro de los mundos que se extienden a nuestros ojos, pero son mundos pequeños, confusos o que marean directamente.

¿Triunfará la realidad virtual?

La lista de juegos no es muy larga, pero al menos hay uno prácticamente de cada palo. Los nombres conocidos como Call of Duty o FIFA están lejos todavía de llegar a la realidad virtual por el momento, pero cuando hay una nueva tecnología sobre la mesa, las sagas ya establecidas no son imprescindibles.

Aunque un Call of Duty de realidad virtual sería algo memorable, con cada nueva generación de consolas es habitual que nazcan y se alcen nuevos nombres. La realidad virtual, donde solo unos pocos se han atrevido a experimentar todavía, son un campo perfecto para que nazca el nuevo Uncharted o Gears of War.

Por esto, es fácil pensar en PlayStation VR más como una inversión de futuro que como algo que se pueda disfrutar ahora. Y eso entraña ciertos riesgos: si las grandes empresas se animan a lanzar juegos y a experimentar, está claro que triunfará; pero de lo contrario, ocurrirá como con el 3D y los controles por movimiento, que quedarán como una curiosidad olvidada.

Por fortuna, la experiencia es sorprendente y el resultado incluso con juegos que no aportan demasiado es bueno. Además, es algo genuinamente nuevo. Ya han pasado muchos años desde que hubiera algo especial en el mundo de las consolas, que simplemente evolucionan ganando potencia. PSVR es como Wii, algo distinto que requiere hacer las cosas de otra manera.

En enero, Capcom lanzará Resident Evil VII, un videojuego de terror pensado para PlayStation VR. EA también ha prometido adaptar parte de Star Wars Battlefront al dispositivo. Y Sony tiene lanzamientos como Gran Turismo Sport pensados para realidad virtual. ¿Pero más allá de estos nombres? No está clara la apuetsa que harán otras compañías, y eso no es bueno para un accesorio de 400 euros.

Esta incertidumbre es exactamente la misma que acompaña a la competencia, a HTC Vive y Oculus Rift, pero a diferencia de estos, que confían en el PC; PlayStation VR tiene PS4 como plataforma, y eso podría ser un punto de inflexión que introdujera al gran público a la tecnología. Los próximos meses serán muy interesantes en este sentido, pues pueden significar el triunfo de la realidad virtual o su temprana muerte.- El Mundo

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