¿Qué es el herpes labial?

Las calenturas -o herpes labial- son la prueba viviente de que a veces la vida puede ser injusta: unos lo padecen de forma recurrente y otros no. Cuando empiezas a sentir ese característico escozor o picor en la zona de alrededor del labio te llevas las manos a la cabeza, ya que sospechas que va a aparecer de nuevo.

Pero no hay que preocuparse, existen formas de tratarlo y prevenirlo para que puedas prepararte para la próxima vez.

¿Qué son las calenturas?

Nada que ver tienen con su nombre popular. Se trata de “una infección viral, muy común en la población, que suele presentarse en forma de vesículas agrupadas en el labio y cuyos síntomas locales más frecuentes son hormigueo, quemazón o picor”, afirma la Dra. Nerea Barrado Solís, dermatóloga de la Clínica Atenea de Valencia.

“Estas vesículas posteriormente se rompen y dan lugar a úlceras dolorosas que se secan y se cubren de una costra. Suelen desaparecer en una media de 10 a 15 días”, continúa la experta.

Por qué se produce

Según indica la Dra., el herpes labial está producido por el virus del herpes simple (VHS), del cual existen dos subtipos: el tipo 1, que es la causa más frecuente del herpes labial, y el tipo 2, que suele estar implicado en la mayoría de lesiones genitales.

¿Es contagioso?

Sí, de hecho la dermatóloga asegura que puede haber transmisión del VHS tanto durante los periodos con síntomas, como en los que no hay herpes visible.

“Se transmite por contacto directo con la saliva u otras secreciones contaminadas. En personas que tienen las defensas más bajas este contagio ocurrirá con mayor probabilidad”, señala Barrado Solís. Y para contraerlo es tan fácil como beber del mismo vaso o dar un beso a una persona contagiada por el virus.

Por qué vuelve a aparecer

“Una vez nos hemos infectado, el virus queda en un estado de latencia en nuestro sistema nervioso y se puede reactivar de manera espontánea o bien por estímulos, como el estrés, la fiebre, la menstruación, traumatismos en la zona o la radiación solar”, añade la experta.

Se trata de un virus del que no nos vamos a poder deshacer, ni tampoco crearemos inmunidad frente a él, “aunque sí puede haber largos periodos sin nuevos brotes”, señala la experta.

Cómo tratarlo

Tal y como explica la Dra., las formas leves de herpes labial se pueden tratar con fomentos antisépticos (tipo povidona yodada o clorhexidina) o antibióticos tópicos (como mupirocina o ácido fusídico).

Mientras que en formas más intensas, lesiones de mayor tamaño o que provocan más síntomas, está indicado realizar tratamientos con antivirales por vía oral (aciclovir, valaciclovir). La pomada de aciclovir se usa mucho pero, en general, ha demostrado escasa utilidad.

Si se producen más de 8 reactivaciones al año, estaría justificado realizar un tratamiento continuo profiláctico con aciclovir o valaciclovir diario, reevaluando al paciente cada seis a 12 meses.

Cómo prevenirlo

“Es importante evitar los factores desencadenantes de las reactivaciones que dependan de nosotros”, indica la dermatóloga.Por ejemplo, la exposición solar intensa sin un correcto protector labial.

Además, es posible tomar “precauciones para evitar el contacto con secreciones orales de personas infectadas, como evitar besar a una persona con lesiones activas o no compartir los utensilios de cocina”, concluye la dermatóloga.

La Vanguardia

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