Daniel Vega Cepeda, secretario general de los trabajadores técnicos y profesionales de la dependencia, reconoce que se encuentran en un momento crítico, pues apenas hacen el trabajo esencial
El secretario general de los trabajadores técnicos y profesionistas del INAH, Daniel Vega Cepeda, dijo que, debido a los recortes presupuestales, la dependencia federal atraviesa por momentos críticos, ya que apenas se puede sacar el trabajo sustantivo de custodia, conservación, investigación y difusión.
“El INAH tiene un déficit presupuestal de mil 200 millones de pesos”, subrayó el dirigente sindical, quien viajó a la Ciudad de México, para atender precisamente temas relacionados con la falta de recursos federales, que se derivaron del cambio que se dio al pasar de depender de la Secretaría de Educación Pública a la Secretaría de Cultura.
“Todos los temas de prestaciones y derechos de los trabajadores han sido mermados”, dijo Vega Cepeda, quien explicó que si bien en teoría estos derechos están salvaguardados en los artículos 3ro. y 4to. de la Secretaría de Cultura, en los hechos están detenidos desde el 2021.
“Hablamos de los procesos de admisión, de escalafón que están detenidos, así como de las prestaciones que afectan la salud, uniformes y prestaciones económicas”, detalló.
Como se recordará el año pasado, por este problema de los recortes presupuestales, integrantes del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores del INAH, tomaron las instalaciones del Centro INAH Yucatán, reclamando la falta de herramientas de trabajo, uniformes y gasolina para trasladarse a sus centros de trabajo.
En este sentido se le recordó al dirigente que prestadores de servicio y guías que laboran en la zona arqueológica de Chichén Itzá han manifestado que existe personal de la dependencia que no porta uniforme, por lo al intentar llamar la atención a los visitantes por no usan cubre bocas, son ignorados.
Vega Cepeda explicó que desde hace un tiempo el INAH no les da uniformes iguales. “Nos dan la prestación y nosotros adquirimos con ese recurso nuestras prendas, así es que algunos compañeros un día portan uniformes de un color o de otro, aunque por normatividad todos deben portan el distintivo institucional.
El líder sindical, aclaró que en Chichén Itzá hay trabajadores que tienen contratos eventuales o que están bajo el capítulo 3000, es decir, que al no tener base, no cuentan con derecho a uniformes, y que ese puede ser el caso de los trabajadores que exhortan a los visitantes para que sigan las normas de sanidad.
Finalmente, Vega Cepeda hizo un llamado al orden en lo relativo al tema de los vendedores ambulantes, y recordó que específicamente sobre la basura, durante la pandemia, los trabajadores hicieron limpieza y retiraron, incluso, artesanías con desperfectos de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Texto y foto: Manuel Pool