Siempre supe que debía aplicar aquí todo lo aprendido en el extranjero, dice Médico del Año

A sus casi 91 años, el Dr. Luis David Arjona Canto recordó varios momentos difíciles para convertirse en la eminencia en la medicina interna y cardiología que lo llevó a ser merecedor del reconocimiento al “Médico del Año 2021”, que por primera vez entregó el miércoles el Congreso del Estado.


“Lo que siempre supe es que debía aplicar aquí todo lo aprendido en los mejores hospitales de Estados Unidos”, recalcó casi al final de su discurso ayer en la Tribuna, tras recibir la placa de manos de la presidente de la Mesa Directiva, diputada Ingrid del Pilar Santos Díaz, teniendo como testigos a la secretaria general de gobierno, María Fritz Sierra y el magistrado Santiago Altamirano Escalante, quienes asistieron como testigos y en representación del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, respectivamente.


En Sesión Solemne, ante autoridades presentes, el doctor fue ovacionado por casi un minuto, tras recibir el reconocimiento por su destacable labor en el ámbito de la salud y su aportación en el área educativa.


Dijo que, para salir de su pueblo, una hacienda de Dzemul, a estudiar a Mérida tuvo que trabajar como “batidor de sangre en el rastro” con una familia que los trató bien, muy bien, pero en donde también le quedó claro que el “muerto y el arrimado a los tres días apestan”.
Después para estudiar la secundaria se inscribió en un internado para hijos de trabajadores, en donde conoció que hay “gente mala”.


Más tarde, en la Prepa y la Universidad advirtió que también hay gente buena. Su estadía la hizo en Motul, donde tenía familiares por parte de su madre y perfeccionó la lengua maya.


“Soy bilingüe, pero de los de antes, en donde se hablaba español y maya, no como ahora que se aplica a los que hablan español e inglés. Puedo hablar y leer en inglés, igual lo entiendo bien”, recalcó.


El destacado doctor, que también fue profesor universitario, incluso hasta antes de la pandemia, no aplicó para posgrados en México y tras varios intentos lo pudo hacer en diversas universidades de Estados Unidos.


Por último, Arjona Canto dijo que aunque ya no ejerce, conserva al día su preparación en cardiología, por puro gusto y vocación.
“Vocación, aceptando lo que dice el diccionario, es algo que Dios te da”, finalizó.


La presidenta de la Comisión de Postulación del Reconocimiento del “Médico del Año del Estado de Yucatán”, Abril Ferreyro Rosado, dio lectura a la extensa trayectoria y experiencia que, a lo largo de los años fue captando el doctor Arjona Canto, razones por las cuales, fue electo para recibir el nombramiento.
Acompañaron al recipiendario sus hijos Bricia del Pilar Arjona Villicaña y Ruy Arjona Villicaña.

Texto y foto: Esteban Cruz Obando

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