Sus últimos años estuvo rodeado de polémica

Giovanni Sartori era un personaje central de las ciencias políticas en Europa, pero su figura se fue “enturbiando” en los últimos años, enredado en polémicas sobre el multiculturalismo.

Siempre un personaje temido por su lengua afilada y sus reflexiones contra el establishment político, la influencia de Sartori en Europa fue incontestable hasta comienzos del siglo XXI cimentada en sus análisis del sistema de partidos italiano y la democracia como espectáculo en la era del “Homo Videns”.

La estrella de Sartori comenzó a declinar hace 10 años. De tener una posición central en la politología, Sartori fue desapareciendo del discurso académico y mediático, excepto en Italia. “Allí su prestigio siempre persistió inamovible por muy polémicas que fueran sus opiniones”, dice el periodista y politólogo italiano Alberto D’argenzio.

En el resto de Europa, sus invectivas contra el multiculturalismo y el islam lo alejaron de la izquierda y la socialdemocracia, y el tono furibundo de sus críticas a los problemas de la Unión Europea terminó enfrentándolo además con los sectores más liberales. Sólo los grupos más conservadores apreciaban estos mensajes, hasta el punto que en 2015 el expresidente del gobierno español, José María Aznar, le entregó en Roma el premio de su think tank conservador “por su firme defensa de los valores de la libertad”.

Los diarios ingleses y franceses obviaron la noticia de su muerte. Sin dejar de recordar sus aportaciones más serias al discurso público, los periódicos digitales españoles destacaban su reciente matrimonio y sus “frases más polémicas”.

El discurso que desplegó contra los refugiados resultó hiriente en Europa: “No se puede practicar una política de puertas abiertas, como ingenuamente cree alguna izquierda. Está bien hablar de solidaridad, porque los inmigrantes pueden ser un elemento positivo para nuestra economía, pero los flujos migratorios hay que regularlos. Quien entra en Europa debe tener documentos, una identidad segura”.

A diferencia de sus reflexiones sobre México, donde sus observaciones sobre la arquitectura constitucional y la construcción del sistema democrático mexicano conservaron siempre un vínculo directo con su especialidad, los expertos consideran que los discursos de Sartori sobre Europa fueron entrando en un campo demasiado general y valorativo. Esa tendencia le generó no pocas polémicas a partir de sus artículos en el Corriere della Sera. Decía: “Estamos en manos de políticos ignorantes, que no conocen la Historia ni tienen cultura (…) La Unión Europea es un edificio mal construido y se está derrumbando. La situación se hace más desastrosa porque algunos han creído que se podían integrar los inmigrantes musulmanes y eso es imposible”.

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