Toz, artista brasileño que se inspira en sus orígenes, cultura, música y colores para sus obras

Grafitero por amor y artista por convicción, Tomaz Viana, más conocido como Toz y uno de los principales exponentes del arte urbano de Brasil, pinta en las calles o en los lienzos, experimenta con otros materiales, esculpe sueños y juega con instalaciones interactivas.

Su última muestra, Cultura Insonia (Cultura insomnio), que abrió ayer sus puertas al público en un centro cultural de Río de Janeiro, es el resultado de un proceso temático de ocho años, cuya fase inicial comenzó en 2010 y que se ha convertido en la representación de un mundo actual ligado a sus antepasados y con un cordón umbilical entre el hombre y la naturaleza.

Desde entonces, diversas muestras en diferentes países alrededor de la noche, su silencio, sus colores, su diversidad y sus quimeras, forman parte del variado repertorio en el mundo artístico de Toz.

Su estadía en Río de Janeiro para una nueva muestra se produce poco después de participar en una intervención de grafiti en un cubo gigante próximo al Duomo del la Semana del Diseño de Milán (Italia) y antes de viajar a París para presentar algunas de sus obras en el Courcelles Art Contemporain.

El artista nació en Salvador, capital del estado de Bahía (nordeste de Brasil), una de las regiones más pobres y necesitadas del gigante sudamericano, y a los 16 años se fue a vivir a Río. Ambas ciudades lo inspiraron con sus tradiciones, su cultura, su música y color.

Desde pequeño Toz vivió de cerca la alegría, la danza y la herencia negra de su ciudad natal, así como el candomblé, esa modalidad de culto afrobrasileña con sus dioses y orixás, costumbres religiosas propias de la que fue la primera capital de Brasil.

En Río descubrió su espíritu grafitero, columna vertebral de su existencia y de su trabajo artístico. A partir de los 18 años lo acompañó el arte callejero e hizo parte de la primera generación de grafiteros en la ciudad carioca inspirado en el hip hop, en Basquiat, Haring y Bansky.

“Viví el movimiento hip hop de Río y conocí mucha gente del movimiento en todo el mundo. Tengo trabajos en ciudades como Nueva York, París, Hong Kong, Miami, Río, Sao Paulo y en los Alpes Suizos, donde hicimos un colectivo con otros artistas pintando los restos de unas estaciones de sky viejas”, afirmó en una entrevista a Efe.

El arte es su vida. La constante creación hace parte de su esencia y solo consigue respirar si saca y da a conocer todo lo que tiene adentro.

Texto y foto: EFE

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