Un domingo en la central de abastos

El movimiento comienza a las 4:30 de la mañana. María Naal sale de casa con rumbo a la Central de Abastos para conseguir los mejores vegetales, pues como todos los domingos, la pescadería abrirá para vender los cebiches, pescado frito y filete empanizado.

Ya en la central,  recorre los locales para buscar los mejores precios o las verduras de mejor calidad y a buen precio. El presupuesto tiene que dar o hacer que rinda lo más posible.

La tarea es algo complicada, pues debe estar al pendiente de que le despachen kilos completos, llevar la mercancía al automóvil,  pagar, fijarse que recibe el cambio completo y regresar a casa para abrir el negocio.

Así como María, miles de vecinos de diferentes zonas de Mérida acuden a la Central de Abastos para surtir el refrigerador, la frutería, comedor o restaurante, ya sea por lo fresco en frutas y verduras o por la variedad que encuentran.

El ajetreo es todo el día. No hay un tiempo para el ocio, algunos cargadores en algún momento de la jornada se toman su momento para cotorrear o quizás, si el ritmo de trabajo baja, dormir por unos minutos. Sobre los nombres de los establecimientos, los hay desde los más nacionalistas como “La Mexicana”; los que describen la actividad, “La Cosecha”; aquellos que hacen referencia a ya extintos programas de televisión como “Otro Rollo”, cuya imagen son unos rollos de rábanos y cilantros.- Irbin Flores

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