Un jaguar-problema, bajo protección judicial en Yucatán

El pasado martes 13 de octubre, el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Mixta en Mérida, Yucatán, admitió la demanda de amparo promovida por el Juez Maya Carlos Ku Choc en representación de la Comunidad Maya asentada en los poblados de San Pedro Bacab, Nuevo León, El Limonar y Tesoco Nuevo, del municipio de Tizimín, Yucatán, y otorgó la suspensión de cualquier orden de traslado de un jaguar macho adulto capturado el pasado 19 de junio cerca del poblado de Tesoco Nuevo con autorización de la SEMARNAT, y que fue llevado ese mismo día a las instalaciones del Centro de Conservación e Investigación de la Vida Silvestre “San Bartolomé Tekax” (dependiente de la SEMARNAT) de Tekax, Yucatán.

 

El jaguar fue capturado debido a que se comprobó que era el responsable de cerca de 20 ataques a animales domésticos en un lapso de seis meses, causando la muerte de 49 borregos, 7 perros y 25 aves de corral. 

 

Es de resaltar que los ataques arriba señalados no fueron los primeros de este jagua, pues fue capturado primeramente (con permiso de la SEMARNAT) hace poco más de un año, el 12 de octubre de 2014, en una colonia periférica de Playa del Carmen, donde estaba incursionando para cazar perros. Tres días después fue llevado a unos 20 km al oriente del poblado de Solferino, en el norte de Quintana Roo, donde se le puso un collar de rastreo satelital y se le soltó. Gracias a dicho collar se pudo saber que una semana después ya había entrando a territorio yucateco.

 

El 3 de julio pasado, dos semanas después de que el jaguar fuera capturado nuevamente, los comisarios ejidales y municipales de los poblados yucatecos acordaron dirigirle una carta al presidente Peña Nieto, en la que narraron lo acontecido y pidieron la custodia del felino para poder hacerle un encierro digno, pero la carta nunca fue respondida, y peor aún, supieron de las intenciones de la SEMARNAT de volver a liberar al jaguar. Ante el peligro que esto significaba tanto para el animal como para otros campesinos y sus familias (pues se trata de un ejemplar reincidente que, contrario a lo que caracteriza a su especie, ha perdido el respeto al ámbito humano), decidieron proceder legalmente mediante una solicitud de amparo, exigiendo el respeto a su derecho a ser consultados, según lo estipula el Convenio 169 de la OIT, del cual México es parte firmante.

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