Por Rodrigo Aguilar
La noticia bomba con que inició esta semana en el fútbol mexicano es sin duda la salida de José Luis Higuera que ha dejado de ser Director General del Club Deportivo Guadalajara, aderezada con el anuncio oficial de que Jorge Vergara ha dejado la presidencia de Chivas a su hijo Amaury, algo que ya se anticipaba semanas atrás.
La afición rojiblanca y los medios en general celebran la destitución de quien se dice ha sido el responsable de la debacle del equipo más popular de México, cuyos malos resultados recientes lo obligan a iniciar el próximo torneo luchando por no descender de categoría.
Esta es la primera decisión relevante de Amaury Vergara como nuevo presidente del Rebaño Sagrado, que a mayoría calificamos como acertada y popular, incluso algunos la interpretan como un golpe de autoridad para empezar a legitimarse en el cargo debido a su conocida inexperiencia y hasta su falta de interés en el futbol-cancha.
Ahora la expectativa está en saber quién llegará a tomar las riendas del Club en lo deportivo, algo de lo que padecía desde la salida de Matías Almeida y posteriormente la efímera gestión de Paco Gabriel de Anda, ambas por conflictos con Higuera.
Chivas se ha reforzado en el terreno de juego (quizás no lo suficiente aún) y ha reiterado su confianza a Tomás Boy en el timón, pero deberá resolver pronto la vacante de director deportivo con una persona realmente capaz de realizar una verdadera planeación que regrese al equipo a los primeros planos. Por lo pronto, es bueno saber que se vislumbran vientos de cambio.
