La Principal

Parece que por fin, después de tanta espera, la Península de Yucatán tendrá su primera planta de energía producida por el viento con la inauguración de Eólica del Golfo 1. Con esto entramos a la era de las energías renovables, justo cuando más en duda se encuentra su continuidad.

Esto debido a que, al parecer, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no confía mucho en las llamadas energías alternativas, ya que si bien de manera personal nunca se ha manifestado en contra de las mismas, su actitud y ferviente deseo de revivir a Pemex nos deja muy claro que quiere que el petróleo siga siendo el energético que mueva la economía nacional.

Además, hace un par de meses, el director de la Comisión Federal de Electricidad dio una serie de declaraciones en contra de este tipo de energías limpias, al afirmar que no sólo no son baratas, sino que además, la electricidad no puede depender de que exista viento o no, por lo que mantendrán el mismo esquema de generación que llevan hasta ahora.

Todo esto nos deja muy en claro que la llegada de Eólica del Golfo 1 puede convertirse en algo anecdótico, ya que desde el arribo de AMLO al poder ya no se sabe si continuarán los otros 10 proyectos que en teoría se iban a consolidar en estos años.

Quizás los inversionistas ya están viendo “de qué lado masca la iguana” y están mejor haciendo cuentas para ver si les resulta conveniente seguir con esto de las energías limpias o mejor ir a capitalizar sus esfuerzos en otro lado.
Así las cosas en Yucatán…

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