En las bacterias vivas y activas que hacen posible la fermentación de los alimentos conocidas como probióticos, pueden estar los posibles beneficios para la salud, sostuvo el gastroenterólogo del Instituto Mayo Clinic, John K. Dibaise.
El también especialista en hepatología, explicó que realizan estudios para concluir de forma definitiva los beneficios que aportan a la salud los lácteos y vegetales de este grupo.
Señaló que existen algunas pruebas que respaldan el consumo de ciertos probióticos para determinados trastornos intestinales y se continúa investigando para entender cómo pueden influir en otras áreas de la salud, tales como la obesidad y la regulación del sistema inmunológico.
Mencionó que en general, se cree que para obtener los beneficios de los probióticos se necesita una dosis diaria de aproximadamente 10 mil millones de unidades formadoras de colonias. Sin embargo, precisó que los alimentos fermentados se desperdigan dentro una amplia gama en lo referente a la dosis y al tipo de bacterias provechosas. Algunos alimentos fermentados contienen probióticos suplementarios para así lograr una dosis elevada constante, mientras que otros pueden contener solo niveles moderados y bajos de cultivos vivos o incluso ninguno en absoluto, especificó.
Añadió que pueden formar parte de una alimentación sana y brindar ventajas para la salud que otros son incapaces de ofrecer, pero es complicado decir qué se obtiene de manera exacta de un alimento fermentado en cuanto al tipo de bacteria o la dosis.
Actualmente, se realizan mas estudios sobre el tema, porque, si bien es cierto, que pueden ser benéficos para la salud, tampoco hay que olvidar que un producto fermentado con cultivos activos y vivos puede contener niveles elevados de grasas saturadas, sal y azúcar añadida, subrayó.
–Notimex