Irma Infante, hija de Irma Dorantes y Pedro Infante, llegó a la ciudad de Mérida para participar en las actividades conmemorativas al aniversario número 62 de la trágica muerte del Ídolo de México, las cuales organizó la señora Bekina Fernand. En amena plática con este medio informativo lamentó que los admiradores de su padre en la capital yucateca no puedan ponerse de acuerdo para realizar juntos los eventos.
-A mí lo que me da tristeza, por un lado dicen tener tanto amor y empiezan unas cosas de celos y se pelean entre los “infantistas”, en eso no estoy de acuerdo, no se vale, porque en lugar de unir separan, y luego los de la no sé qué calle alquilan a un fulano que dice que es hijo de mi papá y no es nada, lo llevan y lo traen, lo suben y lo bajan, eso es lo que no está bien, ese ni es Torito, ni es Infante -dijo haciendo alusión a Armando “El Torito” Infante Gutiérrez, quien por 20 años ha sido invitado a los festejos que organizan los vecinos de La Socorrito.
-Si está tan viejo porqué mi papá no lo registró, nos pasa a cada rato, como él hay muchos, ya le dijimos mi hermana (Lupita Infante) y yo, hay ADN, que te hagan la prueba, pero siempre se esconde -aseguró la entrevistada quien acudió al rosario que se ofreció por el eterno descanso de su padre en un pequeño lugar que se habilitó como una segunda galería, por estar ubicada en la contra esquina del monumento de la calle 62 por 91 y 91-A, donde ayer por la noche se organizó un festival al igual que en el Parque Pedro Infante de la calle 94 de Sambulá.
Antes, Irma Infante acompañada de su esposo, el cantautor argentino Nicolás Urquiza, visitó el domicilio de don Marcos Cua Cab, un vecino de ya 95 años de edad, que fue quien comenzó a organizar los festejos conmemorativos al 15 de abril, un año después de la inauguración del monumento en 1976.
Don Marcos platicó con Punto Medio algunas anécdotas que vivió con el cantante y actor. -Pasaba aquí con su “Nana Pancha”, así le decía a su motocicleta y saludaba a todos con una sonrisa, si te veía caminando y estaba yendo en su carro, bondadosamente se ofrecía llevarte hasta tu casa, era una persona muy amable, amistoso, relajista, le gustaba decir “voladas”, era su ambiente, claro que lo conocí -recordó emocionado.
Como si hubiera sido ayer, en la memoria de don Marcos, están frescos los recuerdos de Pedro Infante, y también algunos de los títulos de las canciones que más le gusta de su repertorio, como Angelitos Negros.
Don Marcos afirmó que aunque en la actualidad este día es de fiesta, antes se tomaba como un luto por haber perdido a alguien de la familia.
-Cuando murió fue algo muy triste. Yo lo recuerdo con su sonrisa, cuando te decía “que hubo amigo”, con un trato como si te conociera de toda la vida -detalló el entrevistado, quien como cada año con ayuda de sus hijas Mercedes, Irma y Nidia, montó un altar a la memoria de Pedro con sus imágenes y sus discos, mientras que en un pequeño aparato de sonido una y otra vez se reproducían temas inmortales como “Despacito” y “Mi Cariñito”.
Cabe destacar que es tanta la devoción que muchos mexicanos sienten por Pedro Infante que desean estar en un día tan especial en Mérida para disfrutar de esta fiesta, como fue el caso de don Alberto Jiménez, un señor que dejó sus ocupaciones en Yahualica de González Gallo, Jalisco, para estar en los festejos que se organizaron desde el viernes por la noche en el Hotel Boulevard Infante, en el que se conserva la casa en la que vivió con Irma Infante en la capital yucateca y que ya es objeto de culto entre los “infantistas”.
Textoy foto: Manuel Pool Moguel