Infancias trans en Yucatán

René Emir Buenfil Viera 
psicrenebuenfil@gmail.com

¿Será que es una moda, que es el internet que confunde a las niñas o niños, que está llamando la atención, que es un capricho pasajero no sentirse del sexo asignado al nacer? La identidad de género no es una decisión, es un descubrimiento, y es un descubrimiento que toma tiempo, primero la persona lo tiene que reconocer para ella misma para después poderle decir al mundo.

En algunas ocasiones comienza con el nombre: no me digas María, soy José. Y así como habemos personas que aunque nos cueste trabajo lo hacemos hasta que nos salga y nos acostumbremos al cambio, hay personas que se niegan, y ahí comienzan los actos de transfobia, de negarle su derecho a determinar su propia identidad bajo sus propios términos.

En las escuelas alguna maestra o maestro puede poner de pretexto que te tiene que decir el nombre que tiene en la lista de asistencia, o que no puede hacer excepciones, a pesar de que a algunas personas les podemos decir algún diminutivo o apodo de toda la vida sin ningún problema. ¿Qué pasa con las personas dentro del sistema educativo que no apoyan la diversidad sexual en sus estudiantes?

El asunto de las infancias trans viene de la mano con jugar con el género, con la ropa y otras expresiones de la identidad, lo cual puede generar ciertas reacciones de la gente, y el deseo informado que pudieran tener de un tratamiento hormonal para comenzar o continuar su camino a la transición, y decidir hasta dónde quieren llegar en ese camino, y al ser menores de edad necesitar o no el consentimiento de su mamá y/o papá para iniciar este proceso.

Si eres pariente de una niña o niño trans que te ha tenido la confianza de decirte su identidad de género, quizá un primer paso para saber qué hacer sería informarte con fuentes confiables sobre el tema para que puedas entenderlo mejor y expreses las emociones que te produce esta realidad de tu familiar, y así puedas ayudar de la mejor manera posible y contribuir a su bienestar y el libre desarrollo de su personalidad. No se necesita ser una persona Lgbtttiqa+ para ser aliado(a), y si necesitas razones para hacerlo, o un espacio para procesar la información, y comprender la nueva realidad que esto representa, está bien que busques acompañamiento psicológico o sexológico con una persona que tenga la formación adecuada para ayudarte.

Entiendo que puede costar trabajo mientras seas una persona más tradicionalista, o aunque no lo seas hay muchos prejuicios, mitos e información falsa que te puede dificultar el camino a la aceptación y a renunciar a los planes y expectativas que tenías hacía tu hija o hijo, quizá no es necesario renunciar a esos planes sino adaptarlos a la situación actual.

Existen asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales y colectivos trans en nuestro estado a quienes te puedes acercar para conocer los testimonios de otras personas, ver otras experiencias y abrirte a conocer más del tema para poder acompañar a tu hija o hijo o familiar de manera amorosa, propositiva y entusiasta, una transición con el apoyo de la familia y la comunidad les puede ahorrar mucho dolor.