Educación con Rumbo señala que no hay forma de conocer el nivel de enseñanza, por lo que exhorta a las autoridades a mejorar el nivel educativo
México no cuenta en estos momentos con una forma de evaluar aspectos de aprendizaje de los estudiantes como lectura y comprensión, razonamiento lógico matemático y la adquisición de conceptos científicos, alertó la vocera de la organización civil Educación con Rumbo (ECR) Patricia Ganem Alarcón, quien precisó que la prueba Planea se dejó de aplicar en 2019.
En conferencia de prensa, exhortó a las autoridades educativas concienticen sobre la importancia de estas evaluaciones y que, a raíz de los resultados obtenidos, se generen estrategias eficientes que contribuyan al mejoramiento de la calidad de la educación.
Destacó que si las autoridades educativas se niegan a analizar y medir la educación, Educación Con Rumbo promoverá intensamente desde la sociedad civil y la comunidad internacional, se lleven a cabo acciones que generen información útil para conocer la situación real de la educación y el aprendizaje de los alumnos.
Este año, la prueba Pisa, que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), se aplicará en México a ocho mil 50 alumnos, que representan el 0.38% de la población de ese sector estudiantil.
“Considerando que en México contamos con dos millones, 85 mil 462 alumnos en tercer año de secundaria en este ciclo escolar la cantidad de la población a la que se pretende evaluar representa únicamente el 0.38% de la población, sin contar a los estudiantes que se encuentren en el primer año de educación media superior, ya que en estos grados escolares se encuentra la población de entre 15 a 16 años de edad”, sostuvo Ganem.
En la prueba Pisa aplicada a México en 2018, recordó, el país calificó en los últimos lugares.
La vocera de ECR señaló que se esperaba que para Pisa 2022 aumentará el número de alumnos participantes para evaluar la pérdida de aprendizajes a causa de la pandemia.
Por su parte, la coordinadora nacional de esa ONG, Paulina Amozurrutia señaló que ante la falta de información no se puede determinar un cambio de currículo que no está debidamente articulado de las deficiencias de las evaluaciones que hasta el momento se conocen.
“Hace que vayamos a ciegas. Es decir, que no tengamos elementos que permitan la toma de decisiones con toda la seguridad y no de manera intuitiva como pretenden hacerlo las autoridades educativas”, expuso.
Agregó que las evaluaciones estandarizadas ayudan a conocer el nivel de dominio que tienen los estudiantes en cada asignatura y grado escolar. Conocer en qué medida el sistema educativo nacional y el de los estados cumplen con los planes y programas de estudio, para diseñar e implementar políticas públicas orientadas al mejoramiento educativo del país.
“El tema de fondo es la opacidad, la falta de resultados en el aprendizaje, una visión miope sobre la evaluación. México requiere desarrollar una política robusta de evaluación del aprendizaje”, dijo Amozurrutia.