La atención y el cariño de la familia que se vuelca especialmente en Manolo, le da oportunidad de crecer y desarrollarse a través del dibujo
Con tan solo dos meses de haberse integrado al taller de pintura del maestro Ariel Guzmán, el joven José Manuel Centurión Mora, sorprendió gratamente con el talento que desde pequeño desarrolló, la facilidad para expresarse a través del dibujo.
La condición especial que tiene Manolo como le llaman cariñosamente sus padres, no le ha impedido desarrollarse plenamente, y como ha sucedido con sus pinturas, (ya vendió la primera de sus creaciones en la galería), también se ha destacado en el mundo de la música, donde tocando la bateria ya participó como invitado de un grupo musical en una fiesta familiar y hasta ha tenido la oportunidad de ayudar a su madre en las charlas que ofreció en diversas partes del país promoviendo una línea de productos para el hogar.
Manolo, que cumplió 36 años el 12 de marzo, es el primogénito del matrimonio que forman Jose Manuel Centurión Yah y Sara Concepción Mora Pérez, quienes recuerdan que desde pequeño se distinguió por su facilidad para caminar al año de vida y luego, seis meses después para hablar, mucho antes de lo que los médicos pronosticaban y de lo que lo lograron niños en similares condiciones.
No tuvo problemas para asistir a una escuela convencional, en la que sus compañeritos lo trataban de forma normal, y hasta se daba tiempo para en el recreo acudir a la tiendita para ayudar a su abuelita y luego a su mamá a atender los pedidos de sus amiguitos y a llevar las cuentas.
Aprendió a utilizar los controles de su equipo de sonido, de su televisión y videocasetera, y esto fue muy importante porque cuando veía sus caricaturas, es fan de Disney, si había algo que le gustaba, pausaba la imagen para dibujarla en su cuaderno.
Fue así que comenzó su camino en el arte y que al llegar al estudio del maestro Guzmán, terminó de perfeccionar y desde marzo a la fecha terminó tres coloridos cuadros, (todos llevan como toque personal la bandera de México), el primero con la imagen del inolvidable “Herbie”, el Volkswagen con su número 53 que toma vida y gana carreras con su dueña de manera espectacular.
“Esta obra fue expuesta el 13 de mayo en la galería Dos Mundos junto con 54 trabajos de otros artistas en la muestra denominada 50 por 50, y rápidamente fue vendida”, comentó su mamá, quien pidió a Manolo su deseo de conservar la pintura en la que plasmó una colorida sirena.
“Me gustó mucho y le pedí que me la deje”, dijo mientras sirve una taza de café con una rebanada de pan cubano, y es de esta manera, que acompañados de Jose Manuel, ingeniero de profesión, conocimos más de la familia Centurión Mora que tiene tres hijos más.
Sayli, quien nació justamente un año, un mes y un día después de Manolo y quien creció con él como su fuera su gemela, al grado que ella fue hasta su maestra para que comenzará a articular nuevas palabras. Ella es en la actualidad médico pediatra neonatologa. La familia se complementa con los gemelos Anuar y Samir, quienes tienen 32 años de edad.
Importante es destacar que para dar el debido cuidado a sus hijos, y en especial a Manolo, Sarita renunció a su trabajo de oficina y emprendió otras actividades que le permitieron desarrollarse profesionalmente y hasta disfrutar de sus niños a quienes llevaba a los congresos que asistía.
José Manuel es recordar que es el creador de una silla cuyo respaldo se convierte en un burro de planchar y cuyo diseño causó sensación en el mundo de los emprendedores, lo que le ha valido varios reconocimientos.
