Desde hace 23 años, Graciela Arteaga Lua y su esposo José Manuel González Guzmán llegaron a Mérida, y fue la señora quien logró el éxito siguiendo los pasos de su padre
La Flor de Michoacán es el lugar donde se pueden saborear las mejores gorditas rellenas de carnitas en Mérida. Así lo señalan clientes de muchos años del establecimiento ubicado en la calle 60 entre 55 y 59 A, del Fraccionamiento Hidalgo, a unos metros de la Avenida Jacinto Canek con rumbo a la Zona Dorada.
Desde hace 23 años la señora Graciela Arteaga Lua y su esposo José Manuel González Guzmán, llegaron a Mérida, con sus tres hijos, buscando llevar una vida tranquila, ya que en la Ciudad de México las condiciones de inseguridad cada vez eran mayores.
“A mi hijo mayor, Manolo, me lo asaltaron varias veces cuando regresaba de la escuela y fue entonces que escuchamos la recomendación que me hizo mi suegro para venir a vivir a Mérida”, recordó la señora Graciela, quien continuó con el negocio al que su padre se dedicó toda su vida en la Ciudad de México: la preparación y venta de las tradicionales carnitas michoacanas.
“Yo nací en Cotija, Michoacán, de allá es mi familia, pero desde muy niña mi papá nos llevó a vivir a la capital, donde trabajó con un compadre que le enseñó el negocio de las carnitas, y luego se animó a poner su negocio propio, tenía ocho años cuando comencé a ir al puesto, y allí crecí y también aprendí”, recuerda nuestra entrevistada, quien comenta que fue en México donde conoció a don José Manuel, su esposo, quien también es michoacano, en su caso de Morelia.
“Él no se dedicaba a esto, su papá tenía una empresa de muebles, pero ya que nos casamos mi papá le enseñó a preparar las carnitas y le gustó, y hoy es gracias a este oficio que hemos tenido la oportunidad de que el público de Mérida, nos conozca y sobre todo que nos busque y recomiende”, explicó la señora Graciela, quien dice que se siente muy contenta de ser la única de 15 hermanos que sigue el oficio de su ya fallecido papá.
Junto a sus padres laboran en La Flor de Michoacán Manolo y Jorge, uno preparando los tacos, tortas y gorditas, y el otro tomando los pedidos y atendiendo a los comensales; la familia González Arteaga tiene también a una profesional entre sus integrantes, Isabel, que es psicóloga.
En el menú encontramos además de los tacos y tortas de carnitas, sesadillas, pero sin duda que son las gorditas, las más solicitadas por el público, tanto sencillas como rellenas.
“El cliente las puede pedir de maciza, surtida, con buche y cuerito, aquí les damos lo que piden”, subraya Jorge, quien destaca que en estos días de vacaciones decidieron ampliar el horario de atención abriendo de jueves a sábado en horario de dos y media de la tarde a diez de la noche, y como ya es costumbre de lunes a domingo de 8 a 14 horas.
Y antes de despedirnos, Manolo Jr. nos adelanta una buena noticia: en dos semanas abrirá su propio local en Ciudad Caucel, muy cerca de la Prepa 10. Así es que seguramente será muy visitado por muchos ciudadanos que viven en esa zona de la ciudad y que acuden frecuentemente a La Flor de Michoacán.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel