La alcaldesa de Espita, Martha Mena Alcocer, no sólo le ha dado empleo a varios de sus familiares, sino que es muy notorio los sueldos que les paga, lo que contrasta con lo que reciben los encargados de la limpieza y los terraceros, que obtienen raquíticos mil 500 pesos quincenales.
Los pobladores critican la desigualdad salarial porque tiene como colaboradores a su hermano Juan, como chofer; su hermana Brenda está en el DIF; mientras que otro familiar, y si no acude ésta al palacio municipal no pasa nada, dado que es como si hubiera un “florero”.
Actualmente, lo mínimo que se debe ganar son poco más de 200 pesos, así que con ese sueldo la alcaldesa no cumple con la regla.
Otras presuntas irregularidades que comete fue apoderarse de propiedades, construir sin ser fundamento legal.
Además, para sacar el sueldo de la nómina se vio en la necesidad de utilizar recursos destinados a la biblioteca, que deben ser intocables, pero más en ese municipio considerado la Atenas de Yucatán, pues ha sido cuna de escritores como Leopoldo Peniche y destacados periodistas.
Texto y foto: Darwin Ail