El director de Pemex asegura que el crudo proviene de una filtración natural de los respiradores del fondo marino
Parte de las costas de Campeche, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz se han pintado de negro con la llegada del chapopote, que de acuerdo al director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero, el crudo no podía proceder del derrame de unos mil 350 barriles provocado por una fuga en un oleoducto, insinuando en su lugar que proviene de una filtración natural de los respiraderos del fondo marino.
Romero dijo que se produjo una fuga en un viejo oleoducto submarino a principios de julio.
Argumentó que el tipo de crudo ligero derramado desde el yacimiento Ek-Balam durante la primera quincena de julio no podía haber formado los gruesos grumos alquitranados como los que se encontraron en las playas de los estados de Tabasco y Tamaulipas, en la costa del Golfo de México.
En el Golfo de México se producen filtraciones submarinas naturales de los yacimientos petrolíferos. Romero aseguró que los investigadores calculan que esas filtraciones ascienden a unos 380 barriles diarios, pero no explicó por qué aparentemente el petróleo empezó a aparecer en mayor cantidad en las playas después del derrame.
Asimismo, afirmó que los medios de comunicación locales habían distorsionado las noticias en lo que señaló que había sido una cobertura desproporcionada del derrame.
El derrame fue el segundo accidente que se registra en las instalaciones marítimas de Pemex en el Golfo de México en lo que va del mes.
El 7 de julio, una explosión y un incendio destruyeron una plataforma marítima. Dos trabajadores fallecieron, ocho más resultaron heridos y uno continuaba desaparecido, informaron funcionarios.
Ese desastre ocurrió en la plataforma del centro de proceso Nohoch-A. Octavio Romero informó que los trabajadores muertos y desaparecidos eran empleados de un subcontratista y que tres de los heridos eran empleados de la empresa y cinco trabajaban para el subcontratista.
Por su parte, el director general de Pemex Exploración y Producción (PEP), Ángel Cid Mungia, explicó que en la reparación de la fuga el mayor gasto fue el costo de la embarcación, por lo que estimó que el costo total de la reparación es de 2 millones de dólares.
A lo que Romero Oropeza agregó que el 7 de julio se suspendió las actividades, el día del incendio en la plataforma Nohoch-A, y el 10 de julio se reinicio la reparación provisional del ducto. Añadió que entre 18 y 19 de julio la Semar realizó una inspección aérea donde detectó una mancha de 5.2 millas náuticas.
Agregó que el área erosionada del ducto por el cual se fugó hidrocarburo es de un tamaño de centímetros de largo por un milímetro de ancho. “De acuerdo con cálculos de nuestros especialistas y considerando el ducto operando a plenitud, solo se podrían haber derramado un volumen acumulado máximo de mil 368 barriles por los 18 días; es decir, 76 barriles por día”.
Texto y fotos: EFE / Agencias