Con globos y flores, familiares recuerdan a los 10 hombres que están atrapados en una mina
Los familiares de los 10 trabajadores en la mina El Pinabete, en el estado de Coahuila, llevaron a cabo una misa en el sitio donde ocurrió el derrumbe hace exactamente un mes.
La misa fue oficiada por el párroco Teodoro Durán Ramírez, ceremonia a la cual ingresaron únicamente familiares así como algunas autoridades, como la alcaldesa de Sabinas, Diana Haro, o la Coordinadora Nacional de Protección Civil (Cnpc), Laura Velázquez.
Al lugar llegaron los familiares con globos blancos, flores, fotografías e incluso un mariachi, siendo transportados en autos hacia una carpa blanca debido a las condiciones del terreno tras la lluvia de la madrugada.
“Les dije con todo respeto, que esta no es una tumba, sino una esperanza de rescate”, detalló el sacerdote, Teodoro Durán.
“El mensaje fue que este lugar no se debe tomar como una tumba, sino como la esperanza de rescate”, dijo el sacerdote, quien el 3 de agosto, al enterarse de la inundación en El Pinabete, acudió al lugar para acompañar a las familias.
Recordó que hace un mes, “el sentimiento de ellos era de miedo, angustia, terror, preocupación, impotencia; ahora, están en paz. Dios obró en ellos y los dejó en paz, con mucha fe y esperanza en recuperar los cuerpos”, dijo en entrevista al salir de la carbonera.
El Gobierno de México indemnizará a las familias de los 10 mineros que quedaron atrapados hace casi un mes en una mina en Coahuila, pero seguirá con el operativo de rescate, afirmó esta semana el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
El derrumbe reactivó la polémica en México por la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería, de acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre.
Texto y foto: Agencias