Acusan a una supervisora por abuso contra personal

VALLADOLID.- Personal de la zona escolar 012 del sistema estatal de secundarias, de esa ciudad, manifestó su desacuerdo por el nombramiento de la docente María Catalina Canto Coral como supervisora de ese sector.

Los trabajadores señalaron que actualmente trabajan a gusto y sin problemas, pero que con la llegada de la profesora a esa zona, quien, dicen, tiene antecedentes de maltrato en anteriores cargos como directora, está en riesgo esa armonía laboral.

Los inconformes indicaron que en el 2015 Canto Coral tuvo problemas en la Secundaria “Artemio Alpízar Ruz”, de Tixcacalcupul, y cuando la quisieron reubicar en la “José Inés Novelo”, el personal docente se opuso y cerró filas para impedir que entrara a este plantel, ya que argumentaron que querían conservar la tranquilidad y armonía laboral que tenían y que hoy vuelve a estar en riesgo de perder por la actitud desmedida de esta maestra.

Resaltaron que en el año 2015, cuando era inspectora de la zona 012 la maestra Edna Leticia Trujillo Escalante, el personal de la secundaria No. 90 de Tixcacalcupul, acusó a la Canto Coral de daño moral, psicológico y físico al personal docente, administrativo y manual, así como a los mismos alumnos, ocasionando parálisis facial a dos secretarias y depresión por estrés. Por esa razón fue sentada unos meses en el CDE de Valladolid y más tarde, por estar vinculada con Liborio Vidal Aguilar, fue asignada a la Dirección de Uayma.

De acuerdo con un oficio enviado en ese entonces a la SEP, se le acusó de ofender a las alumnas del plantel, a las que llegó al grado de gritarles “pirujas y mujeres galantes”, lo que ocasionó el enojo de los padres de familia, quienes tomaron cartas en el asunto y acudiendo a interponer una denuncia en Derechos Humanos, contra la profesora.
También se le acusó de desvío de recursos económicos del mismo plantel.

De igual manera, prohibió a los alumnos la práctica de algún deporte en el descanso, y cuando se sentían mal no les permitía retirarse a sus casas.

A los maestros les restaba autoridad y les gritaba delante de los alumnos, y otras irregularidades producto de su autoritarismo. Situación contraria de su actitud, pues cuando a ella le tocaba estar frente a grupo como docente, fue identificada como una maestra faltista.

Los inconformes afirmaron que esta maestra sigue con la misma actitud de prepotencia y hostigamiento laboral y que pretende usar su cargo de supervisora para tomar revancha o venganza por todo lo ocurrido con anterioridad por su mal comportamiento como directivo.

Texto y foto: Edmundo Hernández

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