La afluencia de clientes en el mercado Lucas de Gálvez contrasta con las ventas que reportan algunos locatarios.
Mientras el pasillo uno luce repleto de clientes y uno que otro turista extranjero, los vendedores comentaron que sus ingresos van “más o menos”, con la esperanza que la situación mejore a comparación de años anteriores.
El principal temor de los comerciantes era la cuesta de enero, pues pensaban que el meridano difícilmente se repondría de gastos realizados desde noviembre, con motivo de la feria Xmatkuil, las posadas, Navidad y año viejo.
A esto se añade los incrementos a la tarifa del transporte público y combustible, que generará incrementos escalonados de productos de la canasta básica.
Guadalupe Moral, vendedora de especias y condimentos, comentó que las ventas siguen su curso normal, pues las esperanzas de tener un repunte con motivo de la cena de Nochebuena fue cosa de pasado.
“Antes esperábamos la temporada decembrina con ilusión de tener un incremento en nuestras ventas, pero el bolsillo de los meridanos ya no da para más. Conozco gente que en la cena no comió pavo y, las especias que tengo no se vendieron”, explicó.
Sobre la oleada de incrementos a sus productos, aseguró que de momento mantendrá los precios, conforme se gasten y adquiera nuevos realizará los aumentos, que serán graduales.
Paulina Canché, vendedora de verduras, expresó que hay mucha gente en el mercado, pero casi no compra.
“Sigue igual todo. Seguimos igual de j… No hay diferencia entre la cuesta de enero y cualquier día del año. Hay mucha gente, pero no compra nada o muy poco”, añadió.
Por su parte, Genoveva Tamayo comentó que la afluencia de gente fue mayor anteayer, que ayer, situación que se vio reflejada en sus ingresos, pues vendió con facilidad sus vegetales.
Mientras Lucía Puch pelaba sus zanahorias, se tomó un momento para comentar que el flujo de los clientes al mercado grande es el mismo al de días anteriores y confió que la merma en ventas por la cuesta de enero será mínima.
– Irbin Flores Palomino
