José Enrique Baqueiro Cárdenas, director de nutrición de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY), considera que el gravamen a los lácteos saborizados, ayudará muy poco a la estrategia nacional contra la obesidad, sobrepeso y enfermedades cardio-metabólicas.
“Si ese dinero se emplea en investigación para el combate de la diabetes e hipertensión, es bueno. Si se aplica en otras áreas, no”, comenta el entrevistado.
El médico internista, con una especialización en nutrición, opina que es el gobierno federal el que debe invertir en el combate a esa epidemia nacional.
El tratamiento de una persona con diabetes o hipertensión cuesta aproximadamente de $3 mil a $5 mil mensuales, dependiendo a subsistema de salud que esté afiliado el derechohabiente.
Si bien existe la estrategia nacional contra esa epidemia, como ya se le consideró al sobrepeso y obesidad, se necesita de un combate integral, “si no se cambian los esquemas, no se hace nada”.
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) es polémico, desde la percepción del funcionario estatal, pero la gente no dejará de consumir esos productos, como sucede hoy día con los refrescos embotellados.
–El problema de las leches saborizadas es que contienen carbohidratos extras. Por eso no se recomienda para consumir. Es preferible un licuado de leche con cualquier fruta natural–abunda el entrevistado.
Para cuestiones nutricionales y calóricas recomienda consumir la leche light, pues cada vaso tiene de 80 a 90 calorías; mientras las de otros tipos por mencionar la entera cuenta con 180 cal y, la semidescremada, 120 cal.
Con respecto a la leche, a base de almendras o coco, no las recomienda porque tiene mayor gramos de carbohidratos. “La almendra ayuda a las células que evitan la oxidación, pero en su proceso de producción tienen ponerle azúcar”, comenta.
─ Irbin Flores P.