Bolsonaro dice que solo Dios lo sacará de la Presidencia

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sacó ayer músculo ante su base en multitudinarias protestas con tintes antidemocráticos convocadas por la ultraderecha en todo el país y en las que el capitán de la reserva del Ejército volvió a amenazar al Poder Judicial.

Con la “libertad” y la defensa de los valores conservadores como bandera, el líder de la ultraderecha brasileña encabezó las manifestaciones convocadas con ocasión del día de la Independencia, pero en las que sobresalieron mensajes que atentan contra la democracia.

Entre las pancartas que los grupos más radicales cargaron durante la marcha se leyeron pedidos de “intervención militar con Bolsonaro en el poder”, “disolución del Congreso” o incluso la “prisión para la Corte Suprema”.

El propio Bolsonaro volvió a atacar a la máxima corte del país, que lo investiga por la difusión de noticias falsas en el marco de un proceso que ya ha llevado a la cárcel a numerosos activistas de ultraderecha, y lanzó críticas directas al magistrado Alexandre de Moraes, impulsor del caso.

“No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder (Supremo) encuadra (a De Moraes), o ese poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos”, afirmó el mandatario, dejando entrever su amenaza contra las instituciones.

Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), prometió a sus seguidores que desde hoy comenzó a “ser escrita una nueva historia” en Brasil y pidió a Dios que le dé “fuerza y coraje para decidir bien”.

El presidente incidió en las provocaciones, afirmó que solo Dios lo sacará de la Presidencia y reiteró, en tono dramático, que solo hay tres escenarios posibles: “Ir preso, morir o la victoria”. “(Quiero) decir a los canallas que yo nunca seré preso. Mi vida pertenece a Dios pero la victoria es de todos nosotros”, declaró.

Texto y foto: Efe

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