”El canto de la Tierra” está en el abandono

 

El ex basurero se convirtió en atractivo parque en 2013 gracias a una inversión de 6.5 mdp de la Comey. Hoy sólo recorrerlo resulta peligroso y desagradable

 

En junio de 2013 la Coordinación Metropolitana de Yucatán (Comey) realizó una inversión de 6.5 millones de pesos para convertir el basurero de Mérida en un parque ecológico denominado Kai Lu Um (“El canto de la tierra”). Hoy en día, el espacio se encuentra en pésimas condiciones, en total abandono, lleno de basura, y con todas las áreas verdes muertas por falta de cuidados.

El parque, ubicado justo frente a las instalaciones del CRIT Yucatán, fue entregado el 5 de junio, en conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente y fue anunciado como un “nuevo pulmón verde para Mérida”, tan espectacular que incluso se realizarían sesiones de equinoterapia en el lugar.

En ese momento el gobernador Rolando Zapata Bello aseguró que su administración “realizará las acciones necesarias para impulsar la recuperación y conservación del hábitat en beneficio de los yucatecos”. Sin embargo, las circunstancias en las que el parque se encuentra no concuerdan con esa declaración.

Durante un recorrido por el lugar, se constató el deplorable estado en el que se encuentra todo el parque, que tiene una gran extensión. Senderos, jardines, lagos artificiales, sistemas de riego, luminarias y miradores formaban parte del lugar, pero hoy únicamente se observa naturaleza muerta, sequía intensa, maleza y estructuras destruidas.

 

Mirador destruido

En primera instancia se aprecian los restos de un mirador construido con madera, que al parecer fue víctima de un incendio. La palapa ha desaparecido por completo, alrededor hay varios palos de madera que la sostenían, lo que queda del supuesto “complejo aviturístico” es frágil, todo su interior se encuentra carbonizado, a tal grado que con rozar la madera desprende parte de la capa quemada.

Por alguna razón, el mirador nunca fue rehabilitado, ni siquiera se hizo el esfuerzo de recoger la madera quemada que ahí permanece. Ahora, el único panorama que puede observarse desde ahí no es más que maleza que ha crecido con el paso de los años, y que impide tener una vista de la laguna que se encuentra enfrente.

Por supuesto, hay luminarias que no funcionan, lo que permite que por las noches el parque se convierta en el espacio ideal para que algunos lleguen a consumir alcohol, drogas o hacer cualquier actividad ilícita, además de algunos vándalos que han decidido dejar su sello en lonas, carteles y señalamientos.

Al parecer, los servicios de recolecta de basura no llegan al parque, pues luego de un par de visitas con una semana de diferencia, el bote de basura que se encuentra en la palpa principal, al inicio del parque, continúa rebosando, mientras que los demás se encuentran vacíos, ya que la gente no acude por el abandono del lugar.

 

Caminos peligrosos

Al continuar con la caminata, bajo un ardiente sol y con pocos espacios de sombra, se encontró que las mesas de madera, distribuidas por todas las áreas “verdes”, están cubiertas por excremento de pájaros, maltratadas, quebradizas y algunas, ya rotas.

Entre los senderos, que ahora son difíciles de apreciar debido a la gran cantidad de maleza, se encuentran algunas bancas en las mismas condiciones. Lo deprimente es el estado en el que se encuentran las estructuras de madera que, se supone, están para brindar sombra a los asientos.

Esos caminos se vuelven más peligrosos, pues cada determinada distancia se encuentran estructuras en formas de arcos, hechas a base de alambres que actualmente están totalmente oxidados.

Las supuestas lagunas artificiales presentan un paisaje tan seco como el de cualquier desierto, llenos de hojas secas. Ahora no son más que lonas de plástico en el suelo, donde el único líquido que las recorría eran algunas gotas de sudor. Estos espacios estaban destinados a funcionar como refugio y estadía para aves durante sus migraciones.

 

Recuerdo de una “cruzada”

Cerca de ahí hasta se encuentra un letrero que celebra la plantación del árbol número mil 500 de la Cruzada Forestal. Detrás del letrero, árboles que apenas sobreviven a la desatención y falta de agua. Más atrás, una mesa cobijada por la sombra de una palapa, aunque los únicos que la aprovechaban eran algunos perros callejeros que buscaban resguardarse del intenso calor y del sol.

Los senderos son difíciles de distinguir y atravesar, un reto realmente extremo para cualquiera que se atreva a caminar con sandalias, pues la falta de limpieza y mantenimiento han creado una acumulación impresionante de hierba, ramas y espinos en todos los caminos. Lo anterior preocupa, ya que el parque podría convertirse en nido de serpientes, ratas, roedores o cualquier animal que desee resguardarse entre la maleza.

No existen límites en el parque, por lo que es fácil adentrarse y perderse en la maleza o el monte, lo que representa un peligro para cualquiera que se aventure a recorrer el lugar. Tampoco hay algo que proteja a los visitantes de acercarse demasiado a las orillas y caer por los barrancos que conducen a la calle.

Según el boletín del gobierno sobre la entrega del parque, el espacio beneficiaría a más de 800 mil personas que habitan en los fraccionamientos Francisco de Montejo, Las Américas y Real Montejo, así como la colonia El Tamarindo. A pesar de eso, poco importó el mantenimiento a la zona.

Las condiciones tan deplorables en las que el Parque Kai Lu Um se encuentra pueden ser indignantes, sobre todo, debido a la millonaria inversión realizada. Por si fuera poco, actualmente se construye el nuevo Parque Metropolitano de Francisco de Montejo “Paseo de Henequenes”, que tendrá una inversión de 27 millones de pesos, tan sólo en su primera etapa.

 

Seduma, la responsable

Al respecto, el titular de la Comey, José Clemente Escalante Alcocer, “se lavó las manos” y señaló que el organismo no es el encargado de dar el mantenimiento al parque. Señaló que es la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) quien tiene dicha responsabilidad.

“La Comey participó en varios temas de infraestructura y rescate de mantos acuíferos, en coordinación con la Seduma con bolsas metropolitanas anteriores al año 2015. Ahí tengo el dato que es una responsabilidad compartida entre grupos del área y la Seduma”, expresó.

El funcionario explicó que la Comey trabaja con una cartera de proyectos que sugieren cómo utilizar, invertir o destinar los recursos de las bolsas o fondos metropolitanos. Dijo que por el momento no tiene conocimiento de ningún proyecto para la rehabilitación del parque Kai Lu Um.

 

Miguel Duarte

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