El arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, reconoció que Monseñor Manuel Castro Ruiz fue un “padre solícito” que supo dirigir a la grey católica de Yucatán, durante una misa por el centenario de su nacimiento y a diez años de su fallecimiento.
“Don Manuel Castro fue más que un pastor, fue un padre solícito para los católicos de Yucatán”, dijo ante el Arzobispo Adjunto, Manuel Mena Díaz y otros integrantes del arzobispado en la Iglesia Catedral.
Al mismo tiempo, en Morelia, Michoacán, se celebró una misa en recuerdo de Castro Ruiz, quien nació el 9 de noviembre de 1908 en la capital michoacana y falleció en Mérida el 18 de noviembre de 2008.
Sus restos reposan en la Cripta Arzobispal debajo de la capilla del Cristo de las Ampollas, en el catedral meridana, junto a otros obispos.
Ayer, con motivo de la misa por al alma del III Arzobispo de Yucatán, sus restos fueron exhibidos en una urna cerrada mientras se exhibió una fotografía grande al centro de la Catedral.
Cuando terminó la misa, el Arzobispo Rodríguez Vega encabezó el recorrido para regresar los restos al lugar en donde reposan “hasta el día de la resurrección”.
Texto y foto: Esteban Cruz Obando
