El Clásico Nacional llega este sábado para confrontar a los dos equipos que levantan más pasiones en el país: las Chivas de Guadalajara y las Águilas del América. Sin embargo, es una realidad que los panoramas diametralmente opuestos que ambos equipos viven en la actualidad hacen que este partido tengan tintes desequilibrados.
Por un lado, el local, Chivas, atraviesa por otro mal torneo, luego de que la temporada pasada, el Apertura 2017, ni siquiera pudo clasificar a la liguilla tras quedar campeones del Clausura 2017. La vida no les sonríe desde hace meses a los de Verde Valle, quienes actualmente están hundidos en la penúltima posición del campeonato con apenas 7 puntos, y no son últimos sólo porque el otro equipo de Jalisco, el Atlas, está peor.
Parece que a Matías Almeyda se le ha acabado la fórmula del empoderamiento al jugador, ya que algunos elementos del equipo rojiblanco se han mostrado cómodos y relajados, producto de la poca competencia interna y la falta de refuerzos. Al ser Chivas un equipo que sólo juega con mexicanos, los demás clubes tienden a querer venderles futbolistas nacionales a precio de “europeos”, dado que su mercado es muy limitado. Esto genera que la institución tapatía en últimos tiempos opte por fichar a jóvenes promesas, tal es el caso de Ronaldo Cisneros y Walter Gael Sandoval, de quienes se ha dicho que tienen un gran futuro, pero por ahora, han entrado al campo sólo a cumplir, sin ser grandes “amenazas” para jugadores hechos como Rodolfo Pizarro, Alan Pulido o Isaac Brizuela.
Sin embargo, a pesar de su baja de juego en general, el Guadalajara todavía tiene posibilidades de colarse a la fiesta grande si tiene una reacción bravía este sábado contra las Águilas en el Estadio Akron, por ello, es importante que sumen su segunda victoria, y de no ser así, podrían comenzarse a despedir de este torneo también. Del mismo modo, los mismos Pizarro y Pulido, así como Oswaldo Alanís, Rodolfo Cota y Orbelín Pineda, deben ser los jugadores que lideren al equipo y que muestren mejor nivel, ya que son observados recurrentemente por Juan Carlos Osorio, técnico del Tri, quien está definiendo a los últimos convocados de su lista para el Mundial de Rusia 2018.
Por otro lado, un gran sector americanista aseguró antes de tiempo que las segundas partes nunca eran buenas, cuando Miguel “El Piojo” Herrera tomó nuevamente las riendas del América. Pero el carismático entrenador se dio a la tarea de callar bocas y los resultados están a la vista de cualquiera: logró clasificar al equipo de Coapa a la liguilla pasada (Apertura 2017), luego de que no pudieron hacerlo bajo la tutela de Ricardo LaVolpe en el Clausura 2017, y por si fuera poco, son los líderes del presente certamen.
América hizo bien lo que Chivas no ha logrado: reforzar las líneas en las que era necesario hacerlo para competir directamente por el título. Primero se deshicieron de jugadores que les estaban restando más de lo que ya sumaban, como Pablo Aguilar y Miguel Samudio, para contratar a Henry Martín, Guido Rodríguez y Emanuel Aguilera, donde el delantero yucateco fue la grata sorpresa al convertirse momentáneamente en el mejor goleador del equipo. Por otro lado, las llegadas de Andrés Ibargüen y el internacional francés Jérémy Ménez apuntalaron el aparato ofensivo, ya de por sí peligroso, en el que destacan Oribe Peralta, Cecilio Domínguez y Renato Ibarra. Así pues, por plantel, los capitalinos no se detienen.
El viento les sonríe hoy a las Águilas para llevarse el Clásico Nacional y, por qué no, para pensar que son de los grandes favoritos a conseguir el campeonato. Sin embargo, no por ello Chivas debe sentirse menos y tiene que salir a hacer pesar su estadio para comenzar a rescatar los puntos que sean posibles y no rezagarse en la lucha por un puesto de liguilla. Unos en bonanza, otros a la deriva, pero en un Chivas vs. América cualquiera puede ganar.
Por Martín Arias.
