EN EL 2014, después de los eventos ocurridos en Puerto Vallarta donde diputados federales del PAN habían acudido a una fiesta patrocinada por su coordinador, Luis Alberto Villarreal, y a la cual habían acudido mujeres contratadas por el mismo coordinador panista, en Mérida la polémica no se hizo esperar.
En el video, que circuló en todos los medios nacionales, aparecía Raúl Paz Alonzo, en aquel entonces diputado federal por el IV Distrito de Mérida y el seguro candidato del PAN al Ayuntamiento de Mérida después de haber llegado a un acuerdo con Mauricio Vila y Salvador Vitelli. Tras varias declaraciones y una escalada de eventos, Mauricio Vila terminó por ser el candidato del PAN y también fue electo presidente municipal de Mérida. Y hoy es el precandidato de unidad de su partido y del Frente a la gubernatura del estado.
Tres años y unos meses después, circunstancias extraordinarias han vuelto a tocar a la puerta del panismo yucateco. Renán Barrera, quien es el precandidato de unidad del PAN para repetir en la presidencia municipal de Mérida, fue detenido ayer por la madrugada en un alcoholímetro.
Guardando todas las proporciones del caso, Renán Barrera tendrá que enfrentar el mismo proceso por el cual pasó Raúl Paz para defender no solamente su legítima aspiración, sino incluso para defender entre los propios panistas que es el candidato capaz de darle al PAN la victoria que necesitan en Mérida para apoyar con sus votos a la elección para Gobernador.
Sólo para darnos una idea de su importancia, la capital yucateca representa para el panismo el 46.85% de los votos que han obtenido a nivel estatal en las dos elecciones anteriores para Gobernador, en 2007 y 2012, una tendencia que necesitan mantener para continuar dando la percepción de que la gubernatura es ganable y la Alcaldía de Mérida es segura de mantener.
Con ello en mente, resulta innegable que Cecilia Patrón Laviada podría ser la gran beneficiada de este incidente. La directora de Desarrollo Social municipal fue también aspirante a la candidatura del PAN a la Alcaldía de Mérida, y era la esposa de Raúl Paz cuando el incidente de 2014 en Puerto Vallarta. Pero sobre todo, ha sido el personaje panista que ha estado en ambos episodios para contrastar con las conductas de sus compañeros varones.
Todavía hace falta el posicionamiento oficial del panismo, además de la estrategia de contención de crisis, primero, y de resurrección de la imagen de Renán Barrera, después. Ya que, tomando en cuenta que las circunstancias de este último caso distan del otro, no es descabellado pensar que una buena campaña de la mano con una disculpa bien aceptada por el panismo y el electorado, hagan que esto no le cueste al PAN la elección en Mérida.
Sin embargo, tampoco es mentira que en el PRI ya se preparan para hacer campaña con este episodio, con miras a arrebatar el ayuntamiento y a aprovechar el incidente para restarle fuerza a Mauricio Vila, como tampoco es mentira que ya hay quienes, dentro del PAN, buscan tímidamente la posibilidad de enrocar aspirantes otra vez. Tres años después.
Por Juan Pablo Galicia
