Durante su visita a la Tercera Región Naval Lerma, campechanos no logran su intención de hablar con Andrés Manuel López Obrador.
Ayer miércoles en la sede de la Tercera Región Naval Lerma, Campeche se realizó la ya tradicional conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde los reporteros locales no estuvieron invitados, salvo el representante de una empresa peninsular que simpatiza con el mandatario.
Afuera del sitio, debajo de la lluvia, un grupo de mujeres permaneció esperando para poder hablar con el Titular del Ejecutivo Federal y después de una hora de espera fueron atendidas por el licenciado Manuel Zavala Salazar, quien es el segundo al mando en la Delegación Campeche de la Secretaría de Bienestar.
Las mujeres pedían la ayuda del Gobierno Federal para poder liberar, ya sea con fianza o cómo se pueda a sus familiares, que fueron detenidos hace ya casi un mes en un desalojo realizado en la invasión de Sinaí en el poblado de Samulá, Campeche.
Las féminas aseguraron que las autoridades no aceptan ninguna fianza y que la Fiscalía General del Estado hace oídos sordos a sus peticiones. Señalan que el delito que cometieron sus familiares no es como para no alcanzar la fianza, por lo que solicitaron la intervención del presidente de la República para poderlos liberar.
Por otro lado, representantes la Unión Nacional de Transportistas Agrícolas y Campesinos (Untrac) se acercaron también con la intención de que el presidente les escuchara para pedirle que legalicen los permisos que desde hace años les dio Candelario Salomón cuando era director del Instituto Estatal del Transporte, con los cuales opera desde entonces esta organización que maneja el transporte entre las comunidades de Calkiní.
La petición de legalización es porque la organización ya se ha extendido a otros municipios como Hopelchén, Hecelchakán, Escárcega y Carmen, donde les han amenazado con quitarles las unidades.
Texto y foto: Agencias
