Un bombardeo al centro comercial Retroville deja ocho personas fallecidas y causa daños en las viviendas cercanas
En la guerra de Vladímir Putin contra Ucrania, los ataques contra la ciudadanía son cada vez más mortíferos y contundentes. Este lunes, dos bombardeos en Kiev y los disparos de soldados rusos para dispersar una manifestación en la ocupada Jersón evidenciaron la crudeza de la batalla en medio del estancamiento de las negociaciones.
Odesa, en el sur, una ciudad largamente ansiada por Putin y el nacionalismo ruso, sufrió su primer ataque, también contra una zona residencial.
En Mariupol, la localidad que se ha convertido en símbolo de la destrucción y el ensañamiento con los civiles, las tropas ucranias rechazaron rendirse ante el ultimátum que les lanzó Moscú el domingo.
En Járkov, la segunda ciudad del país, ferozmente bombardeada por las tropas de Putin y casi cercada, el gobierno ucranio acusó a Moscú de secuestrar un convoy humanitario, además, que el Kremlin ha puesto en marcha una estrategia de deportaciones a Rusia de cientos de ciudadanos, incluidos niños. Pese a las evidencias, el Kremlin aseguró que no ataca zonas civiles.
A medida que el avance en la ofensiva rusa se ha estancado en varios frentes, el Kremlin ha endurecido su estrategia de asedio y bombardeos contra la población civil en una guerra que también es de desgaste. Un ataque a última hora del domingo, con una explosión que se oyó a varios kilómetros a la redonda, mató a ocho personas en el norte de Kiev.
Esta vez el blanco de los ataques fue el centro comercial Retroville, de reciente construcción. La galería se levantó en uno de los ensanches en el norte de la capital de Ucrania, no lejos de la zona en la que desde hace días el Ejército ucranio y el ruso se disputan el terreno de acceso a la capital.
Poco después, el alcalde de la capital, Vitali Klitschko, informó en una entrevista de otro ataque en el centro de la ciudad, en el que murió una persona y otras 10 resultaron heridas.
En el frente sur, donde las tropas rusas han hecho los mayores avances, las autoridades locales informaron este lunes del primer ataque en la ciudad costera de Odesa, con alrededor de un millón de habitantes, y un puerto estratégico del mar Negro que el Kremlin ansía conquistar. El objetivo, también esta vez, fueron edificios residenciales, pero el ataque no causó víctimas mortales.
Además de Mariupol, Járkov, Sumi y Chernihiv, en el este del país, son las ciudades que más han sufrido la táctica rusa de destruir zonas urbanas con artillería.
En el oeste del país, a apenas 166 kilómetros de Polonia, varias personas resultaron heridas tras un ataque con misiles contra unas instalaciones militares ucranias en la región de Rivne.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, remarcó ayer que Ucrania nunca se doblegará ante los ultimátums de Rusia y que ciudades como Kiev, Mariupol o Járkov no aceptarán la ocupación rusa.
Texto y foto: Agencias