“Vivos se los llevaron, vivos los queremos” se escuchó la tarde de ayer en el Centro Histórico de la capital yucateca, después de que estudiantes integrantes del Frente Independiente de Resistencial Estudiantil (Fire) se manifestarán con motivo de la conmemoración del octavo aniversario de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que hasta hoy sigue sin resolverse.
Recordaron que fue durante el gobierno de Enrique Peña Nieto que se dio esta represión, la que, aseguran, se realizó a manos del ejército, bajo órdenes de quien fuera el alcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca.
“Exigimos a las autoridades federales que realicen el trabajo que prometieron. Que se esclarezca el caso y que se detengan las represiones contra los estudiantes que alzan la voz para exigir sus derechos”, leyó una de las estudiantes participantes de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
Los cerca de 20 estudiantes realizaron una caminata por los alrededores de la Plaza Grande, donde entre otras de sus exigencias estuvieron la de garantizar una educación de calidad, libre y gratuita para todos.
Como se sabe, el papel de algunos militares tanto en la desaparición de 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa, Guerrero – en el sur de México-, así como en la ocultación de lo ocurrido en 2014 y sus presuntos vínculos con el crimen organizado, están en el centro de un caso que ha generado conmoción en México y el exterior.
La Comisión de la Verdad, una entidad oficial creada en el gobierno actual del presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo en agosto que se trató de un “crimen de Estado”, y documentos que obtuvo apuntan a que fueron militares los que ordenaron matar a algunos de los jóvenes y quienes manipularon y escondieron parte sus restos, indicios que la fiscalía ahora debe investigar.
Recientemente fueron detenidos tres miembros del ejército, al igual que el exprocurador general de esa época, Jesús Murillo Karam, pero el hecho de que la fiscalía federal haya retirado órdenes de captura de más de una docena de militares ha generado preocupación.
Mientras tanto, los padres siguen sin saber el destino de los estudiantes. Presuntamente todos fueron asesinados, aunque sólo se han encontrado restos de tres de ellos.
Texto y foto: Andrea Segura