Conoce el trastorno de despersonalización

El trastorno de despersonalización o desrealización se caracteriza por una sensación persistente y recurrente de distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo y una desconexión del entorno –que puede ser continua o aparecer periódicamente–, junto a la conservación del sentido de la realidad, de forma que el afectado se percibe a sí mismo como si fuera un espectador externo de su vida, pero al mismo tiempo es consciente de que sus sensaciones son anormales.
Algunas personas acuden a la consulta del psicólogo preocupadas por una extraña sensación que no saben cómo definir; “es como estar en un sueño”, “parece como si fuera un observador de mi propia vida” o “lo que me ocurre no parece real”, son algunas de las afirmaciones que suelen realizar estas personas para intentar explicar lo que experimentan, y constituyen la primera pista para que el profesional comience a evaluar la posibilidad de que padezcan esta alteración mental.
Este tipo de trastorno es un problema de carácter psiquiátrico incluido en el epígrafe de trastornos disociativos de los principales manuales diagnósticos empleados en salud mental, y puede aparecer desde en situaciones en las que el individuo se encuentra sometido a un alto nivel de estrés, hasta en cuadros más graves y de tipo psicótico.
A pesar de que no se conoce la prevalencia exacta de este desorden disociativo en la población general ni en la muestra clínica, se calcula que la mitad de las personas han sufrido alguna vez en su vida un episodio de despersonalización, frecuentemente asociado a un acontecimiento estresante grave, como el fallecimiento de un ser querido, un divorcio, una violación, un accidente…
Por otro lado, las estadísticas muestran que un tercio de las personas expuestas a situaciones de peligro vital y un 40% de los enfermos hospitalizados por un trastorno mental pueden presentar algún episodio transitorio de despersonalización.
Poder conocer las causas que lo provocan y acudir a un especialista que les informe y les ayude a controlar el estrés y la ansiedad que esta situación genera serán claves para evitar volverse loco y resolver este peculiar desorden.

SÍNTOMAS

La principal fuente o indicativo para diagnosticar el trastorno de despersonalización es la propia información que proporciona el paciente acerca de su malestar o motivo de consulta. A las frases referidas a su sentido de irrealidad, suelen unírsele unos elevados niveles de angustia ante el temor a “volverse loco” o “perder la cabeza”, debido a no comprender qué le ocurre.
Su diagnóstico se basa en los siguientes síntomas relacionados con el trastorno por despersonalización:
Una sensación continua o repetida de distanciamiento o de ser un observador externo de su cuerpo o procesos mentales (por ejemplo, “observo en qué pienso”, “estoy como en un sueño”). Esta sensación es vivida de forma intrusiva (involuntaria) por parte del sujeto, por lo que quedarían excluidos los síntomas de despersonalización inducidos voluntariamente como parte de las prácticas de meditación y trance asociadas a determinadas religiones y culturas como parte de sus rituales.
Las personas afectadas experimentan ansiedad al verse reflejadas en un espejo, al oír su propio nombre, al mirarse una parte de su cuerpo… En todo momento, el sentido de la realidad no se ve alterado (a diferencia de los pacientes con esquizofrenia, son conscientes en todo momento de que lo que les ocurre no es normal).
El problema se asocia con un malestar clínicamente significativo que deteriora las relaciones sociales y familiares o el desempeño laboral del paciente, o afecta negativamente a cualquier otra área importantes de su vida.
El trastorno de despersonalización no aparece asociado al consumo de una sustancia.

 

Texto: Agencias

 

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