Integrantes de una familia de Michoacán continúa con el secreto familiar de hacer “hielitos”, paletas y aguas de frutas para mitigar el calor de las tierras yucatecas.
EL MATRIMONIO FORMADO POR Antonio Godoy Pacheco y Rosalinda González Ortiz, originarios de Michoacán, están cumpliendo 50 años de “quitarles” el calor a las personas, ya que son cuatro las generaciones de esta familia michoacana dedicadas a la actividad familiar, lo que llena de orgullo a don Toño y doña Rosalinda, porque sus hijos, nietos y bisnietos, están formados en un ambiente de valores, lo que se transforma en ciudadanos productivos.
El inicio de esta actividad, comenzó en el Distrito Federal, lugar donde el matrimonio decidió radicar, a finales de la década de los sesenta, cuando doña Rosalinda le dijo a su esposo que quería hacer “hielitos de frutas y paletas” para vender y ayudarse en la economía familiar.
Antonio Godoy González, hijo de este matrimonio siguió manifestando, “mis padres estuvieron pocos años en la capital de México, y por invitación de un amigo de mi papá, tomaron la decisión de cambiar de estado, y se mudaron a la Blanca Mérida, capital de Yucatán”.
“Pero por un una equivocación, ya estando en este estado, tomaron la carretera que va a Cancún y llegaron así a Valladolid, y desde la entrada, esta bella ciudad, enamoró a mis padres, y sin pensarlo dos veces, se quedaron en este Pueblo Mágico”, señaló.
“Y poco a poco nos integramos a esta actividad, nuestros gastos habían aumentado con la llegada de nuevos hermanitos, y toda esta actividad de trabajo de mis padres, nos enseñó que la mejor forma de educar a los hijos, es con el ejemplo”, indicó.
La visión de futuro, nos llevó por emprender nuevas ideas, y mis sobrinos, mi hijo y sus pri-mos, son hoy la cuarta generación dedicada al trabajo y damos gracias a Dios por darnos unos padres como los que tenemos, que nos llevaron por el camino del bien.
Texto y fotos: Edmundo Hernández