Jennifer Connell, una neoyorquina de 54 años, demandó a su sobrino de ocho años por provocarle una fractura en la muñeca cuando, en su fiesta de cumpleaños, la recibió con un gran abrazo. Y luego se preguntan por qué no queremos a las tías…
La mujer argumenta que sus heridas “fueron provocadas por la negligencia y despreocupación” del niño, por ello pedía 127 mil dólares (2 millones 159 mil pesos) de compensación por daños y perjuicios.
“Un niño de 8 años razonable habría sabido, o debido saber, que un saludo enérgico de este tipo podía provocar los perjuicios y pérdidas sufridas”, declaró Connell.
Como era de esperarse, el tribunal de Connecticut, Estados Unidos, desestimó su denuncia. Según una fuente judicial, luego de dos días de proceso, los seis jurados rechazaron la demanda tras menos de una hora de deliberaciones.
Aunque el caso ocurrió el 18 de marzo de 2011, la tía todavía insiste en que tras la caída, le quedó una cicatriz en el brazo y que su “capacidad de apreciar las actividades de la vida se habían reducido” desde ese día. Ay, ajá.- SD
