Desfalco millonario en las compras de carne

Segalmex firma cinco convenios por 73.4 millones de pesos por productos que nunca recibe o no logra comercializar 

El organismo federal Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), creado en enero de 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador para el abasto de las familias con menos recursos, firmó cinco convenios para adquirir 73.4 millones de pesos en carne deshebrada y cubicada de res, pollo y cerdo, unos 3.8 millones de dólares, pero solo recibió una parte. 

Un documento interno del organismo, difundido por el periódico español El País, analiza puntualmente lo que sucedió en esta compra y señala un desfalco de al menos 13.1 millones de pesos solo en la adquisición de este producto en 2019. 

El informe apunta, además, que gran parte de lo que sí se recibió nunca llegó a ser vendido por la paraestatal y terminó poniéndose en mal estado. De todo el dinero gastado en esa compra de carne se logró comercializar apenas el 11% del total.

Segalmex ha estado marcado por múltiples señalamientos de desfalco desde su creación en enero de 2019. A partir de los fraudes que han salido a la luz se ha podido descifrar el esquema de corrupción que utilizaba un grupo de funcionarios de esta dependencia —que forma parte de la Secretaría de Agricultura—, junto a un grupo de empresarios para asaltar las arcas públicas del Estado mexicano. 

La red operaba bajo la idea de comprar productos supuestamente para garantizar la autosuficiencia alimentaria, pero los proveedores nunca entregaban la totalidad de los artículos que Segalmex había pagado. Uno de esos casos que replica este modus operandi ha sido el de la compra de carne registrada en el documento al que ha accedido este periódico, que terminó provocando pérdidas millonarias para el erario y beneficiando a unos pocos.

Apenas unos días después de la creación de Segalmex, el presidente López Obrador anunció en enero de 2019 que las tiendas de Diconsa, el organismo encargado del abasto de alimentos, comenzarían a vender más productos dentro de la canasta básica de alimentos, entre los que incluirían carne de res, cerdo y pollo. El anuncio abrió paso a que Segalmex iniciara los procedimientos para comprar estos alimentos. El organismo firmó entonces convenios con cinco proveedores diferentes por un total de 73.4 millones de pesos. Un informe interno de Segalmex, realizado en 2022, señala que los empresarios solo entregaron 60.3 millones de pesos en productos, unos 3.19 millones de dólares, y omitieron despachar el resto. Los entonces responsables del organismo nunca reclamaron la mercancía faltante.

Bajo el mandato de Ignacio Ovalle, a quien López Obrador ha calificado como una “buena gente” que fue engañado por “puro priista de malas mañas”, Segalmex comenzó a utilizar un concepto denominado “recepción jurídica”, una figura poco común en la administración pública. 

Esto significaba que en las compras que realizaba el organismo se pagaba a los proveedores la totalidad de los contratos, pero las empresas conservaban esos productos hasta que Segalmex los solicitara. 

Esta práctica llevó a que los proveedores nunca terminaran de entregar el 100% de lo que se les había comprado, generando un daño a la Hacienda pública. La Auditoría Superior de la Federación señaló esta irregularidad en su primer control en 2019. “Segalmex realizó los pagos a los proveedores, sin contar con la entrega de los bienes en los almacenes de Diconsa, a pesar de que contractualmente se estableció que el pago se realizaría en parcialidades por cada entrega realizada”, puntualizó.

Esto fue lo que sucedió con la carne. “La Unidad de Administración y Finanzas firmó recepciones jurídicas, lo que implicó que contablemente se registraron como entregadas y que se pudiera pagar, pero físicamente se entregó en forma parcial la mercancía a los almacenes Diconsa”, señala el documento que analiza la compra de estos productos. 

El informe apunta directamente contra quien en ese momento estaba a cargo de la Unidad de Administración y Finanzas de Segalmex, René Gavira, quien dejó la dependencia en junio de 2020 envuelto en acusaciones de corrupción y actualmente es buscado por la justicia por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por una compra irregular de azúcar que se hizo bajo el mismo esquema.

Al llegar a Segalmex, Gavira emitió una circular con fecha del 19 de enero de 2019, en la que ordenaba que absolutamente todas las contrataciones de Segalmex, Diconsa y Liconsa —encargada del abasto de la leche— debían pasar por él. 

Esta centralización de las compras, que pasaban por la oficina de Gavira, se suprimió en 2021 “debido a que las compras centralizadas no dieron los resultados esperados”, explica el informe. 

El País solicitó la versión de Gavira sobre la compra de carne, pero hasta el momento no ha dado una respuesta. También se pidió una declaración a Segalmex y Agricultura sobre el tema y las dependencias no respondieron. 

Los proveedores que participaron en esta compra fueron Wurst Alimentos, quien recibió 16.2 millones y entregó carne por solo 13.8 millones; Novam Innovación en Alimentos, a quien se le pagaron 16 millones de carne y entregó solo 11.8 millones y Synexo, a quien se le compró por 13 millones y solo dio 9.8 millones, entre otros. 

Texto y fotos: Agencias