Ecos de un camión…

Por Roberto Ojeda

Estaban sentados los integrantes del sector empresarial con el director del Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial, Aref Karam Espósitos, cuándo de repente uno de los presidentes de una cámara empresarial, le comentó al funcionario que la medida de bajar el precio del transporte era “populista” y que no estaba de acuerdo con esta decisión.

Nunca antes 50 centavos habían sido tan polémicos como lo son ahora y menos por una medida que a todas luces tiene el respaldo popular, pero el desencanto del gremio se vio reflejado en la expresión de este líder empresarial.

Fue tal el malestar, que unos días después fue el propio gobernador Mauricio Vila Dosal quien se sentó a hablar con todo el sector transportista (y alguno que otro presidente de cámara) para explicar que lo que quieren es apostarle todo a la modernización del servicio.

“Siempre se sube el precio con la intención de mejorar el servicio. En esta ocasión queremos hacerlo al revés, primero mejoramos el transporte y luego vemos la tarifa”, les habría comentado el mandatario en una reunión que se dio la semana pasada.

Ya unas semanas antes, platicando con transportistas, estos veían venir el problema que nos traería esta monedita de 50 centavos, la cual parece que es muy escasa entre la población porque ahora resulta que los camioneros no tienen cómo dar cambio y se quedan con el vuelto.

Esto tiene molesto a más de un concesionario, quienes piensan que al final esta medida les mete gol por todos lados, ya que les pega en su imagen y además no solo no les aumentaron la tarifa, sino que ahora tienen que lidiar con la honestidad de sus choferes.

Me voy a permitir citar algunas de sus expresiones, para que se entienda bien que en las fotos puede venir muchas sonrisas, pero que en la realidad solo hay unos cuantos convencidos de la medida estatal (FUTV, uno de esos escépticos).

“Se lo advertimos al Gobierno del Estado. Esta monedita (mostrándome el objeto de la discusión) es un problema para todos nosotros”, señaló uno de los muy molestos concesionarios, quienes también consideran que el trato recibido por la autoridad, puede sonar un tanto…injusto, ya que ellos tienen que dar el servicio tanto a rutas con buena afluencia de pasaje, como a otras que solo son utilizadas por 200 personas al día y que sólo mantienen porque la autoridad se los pide.

Parece que el gobernador le apuesta todo a las aplicaciones y la tecnología, pero al parecer lo que más les interesa a los transportistas son los carriles preferenciales, que esos no existen por el momento.

A ver cómo continua esta novela que bien podría llamarse Historia de un Camión y que seguro seguirá teniendo varios capítulos.

Por cierto, el empresario que opinó que la medida es populista hoy tomará posesión como presidente del CCE. Nos saludamos la siguiente semana…

 

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