Editorial

En medio de un año complicado para todo Mérida, el alcalde de la ciudad, Renán Barrera Concha, rindió su segundo informe de su administración, el cual se trata de un mensaje de motivación y de unión para todos los ciudadanos en aras de salir adelante de esta crisis traída por el COVID-19.

Como el munícipe señaló, no es momento de lucimiento personal y es por eso que en lugar de decir todo todas las acciones que ha llevado a cabo tanto antes como después de la cuarentena por esta pandemia, prefirió un discurso corto, pero apropiado para la ocasión.

Sin lujos y sin ostentaciones de otro tipo, Barrera Concha afirmó que a pesar del año tan difícil que han tenido, Mérida será indestructible y que el COVID-19 tendrá el avance de la capital yucateca en miras de ser una ciudad de vanguardia y un ejemplo para el resto del país.

El decálogo de retos presentado por el alcalde en su discurso va más allá de acciones concretas y quiere destacar una forma de comportarse y de pensar por parte del Ayuntamiento de Mérida.

Este decálogo que habla de cuidar a los demás, la solidaridad, entre otras cosas, quiere convertir estos valores en principios que rigen la administración pública y así es como debe de verse.

Ha sido un mal año para todo el mundo, por lo que todas las acciones parecen pocas para semejante crisis. Es por eso que se agradece un mensaje de esperanza.

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