El llamado del sector empresarial es unánime, pero la respuesta del Gobierno Federal es preocupante. En momentos en los que debería haber unión sólo vemos división y encono entre el sector de la sociedad que mueve la economía y el presidente de nuestro país que se encarga todos los días de dar menos esperanza a una reconciliación.
Lo que los mexicanos necesitan en este momento es que todos se unan sin importar sus diferencias económicas, políticas o de cualquier tipo, pero lo que vemos en cambio es la llamada lucha de clases, la cual promueve Andrés Manuel López Obrador cada vez que agarra el micrófono durante las Mañaneras, al afirmar (con justa razón) que primero son los pobres.
El problema es la segunda parte del discurso, al afirmar que no habrá apoyos fiscales para los empresarios y que ellos tienen que aguantar, pero que si corren a alguien o le bajan el sueldo, los exhibirá en su rueda de prensa, cuando su pedido de solidaridad debería venir acompañado de un paquete de medidas para apoyar a la iniciativa privada y que esta pueda sostener a sus trabajadores sin correr el riesgo de que quiebren.
Los mexicanos necesitan una señal de unidad, por mínima que sea. Algo con la cual tener esperanza en estos tiempos difíciles, lo que sea. Que al menos finjan un poquito como lo hacen los políticos del PRI, PAN, Morena o PRD, pero que cacareen unidad y se abracen para la foto.
En estos tiempos en los que los mexicanos se encuentran confinados a sus hogares, queremos ver esperanza, no lo contrario.
