Editorial de Peninsular Punto Medio

El Mérida Fest 2022 demostró que rendir un homenaje al maestro Armando Manzanero también es hacerlo al bolero, un género musical que se ha mantenido en generaciones. Los que han llevado serenata, saben que nunca falta, por lo menos, una canción de este tipo.

Es cierto, ya no es esa llama que fue, pero aún es una brasa y que en un futuro puede avivarse. Cuántos éxitos, si no la volvieron a romper a ser tocados por sus autores a dueto con nuevos exponentes, al menos volvieron a enganchar a un chaval. La tardanza de un género se debe a la genialidad de sus exponentes, ya que mientras más joyas produzcan, éste tiene más probabilidades de permanecer más tiempo.

Para el festival, Juan Pablo Manzanero se presentará en dos ocasiones. Sin lugar a dudas, los eternos enamorados no dudarán en apuntarse para asistir a estos conciertos, que son para lubricar el amor, para mirar con intensidad a la pareja, que en ocasiones la rutina, el estrés y la economía le roban espacio a ese motor de la vida.

Yucatán es cuna de compositores, de boleristas, poetas, ya que la frontera entre la música y la poesía es sumamente delgada. Al grado que algunos poemas han sido musicalizados, debido a su ritmo del verso, que se convirtió en nota musical. El bolero cada vez pierde fuerza, tiene menos seguidores, pero algo muy importante: su calidad puede tener el peso para, al menos, seguir escuchándolo y tener la esperanza en volver a brotar.

Armando Manzanero es uno de los artistas que puso en alto siempre la música romantica y, por supuesto a Yucatán, por lo que siempre será un gusto escuchar sus canciones y más en la voz de su hijo.

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