Después de muchas negociaciones con el Gobierno del Estado, tenemos que por fin los organizadores de eventos sociales tendrán la posibilidad de regresar a la actividad a partir del próximo 1 de marzo, luego de que fuera el único sector económico sin posibilidad de trabajar porque no se respetaron las medidas de prevención que marcó la Secretaría de Salud.
Estas son buenas noticias, aunque sea el 30% del aforo del sitio en el que será el evento. La realidad es que esto no es suficiente para paliar la crisis que vive el segmento de los eventos sociales, pero después de los antecedentes toca decir que esto es mejor que nada.
Recordar que si bien también formaron parte de la reactivación económica a partir de los meses de septiembre y octubre, les duró muy poco el gusto, ya que en noviembre el Gobierno del Estado decretó que ya no se permitirían los eventos sociales porque los ciudadanos y las empresas organizadoras no fueron responsables y permitieron eventos con muchas personas, poniendo en riesgo la salud de todos los asistentes.
Es una segunda oportunidad. Todos queremos regresar a la normalidad, pero también hay que priorizar la salud, por lo que esperamos que el jalón de orejas que dio el Gobierno del Estado haya servido para que ahora los organizadores se tomen más en serio, porque lo que se está jugando es la vida de las personas.