Editorial de Peninsular Punto Medio

La violencia electoral mostró ayer su rostro más vil en Guanajuato, con el asesinato de la candidata a la alcaldía de Celaya, Bertha Gisela Gaytán Gutiérrez.

La agresión se dio momentos después de que la morenista dio a conocer su estrategia de seguridad para el municipio y provocó que la candidata al gobierno de ese estado, Alma Alcaraz, decida suspender sus actividades proselitistas.

Desafortunadamente, no es el único caso en este proceso electoral, pues en otros estados se han presentado hechos violentos en contra de candidatos, entre ellos Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, y ahora Guanajuato.

Se trata de un factor al que se le tiene que poner atención por parte de las autoridades, pues ya lo dijeron los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que la violencia puede incidir en los resultados electorales, sobre todo en los municipios.

Lo que deja en claro también estos hechos es que la violencia no tiene color, ya vimos que, en Guanajuato, donde gobierna el PAN desde hace muchos años, los candidatos también corren peligro de perder la vida.

Es decir, es real la alerta a las autoridades de todos los niveles, hay que garantizar la seguridad de los candidatos de todos los partidos políticos, pues sólo así se podrá elegir libremente el próximo 2 de junio.

Afortunadamente, en Yucatán no se tienen estos escenarios de violencia, por la razón que usted prefiera y guste, y hacemos votos y tocamos madera para que así siga, independientemente del candidato o candidatos que tengan mayores preferencias electorales.