Editorial de Peninsular Punto Medio

Los trabajadores del Poder Judicial Federal la volvieron a hacer. Ya hace unos meses se fueron a paro nacional y desde ayer repitieron acción. El motivo: protestar con la reforma judicial, que ven nociva para sus percepciones y salarios, pero también por los privilegios que tienen jueces, magistrados y ministros.

Sobre esa manifestación, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la reforma constitucional presentada por el Ejecutivo ante el Congreso de la Unión no perjudica a la plantilla laboral porque propone acabar con la corrupción y los privilegios de altos funcionarios. “Nosotros no estamos en contra de los trabajadores de México. Nosotros estamos en contra de la corrupción, de los privilegios y hay corrupción y hay privilegios en el Poder Judicial y los trabajadores lo saben”.

“Lo que queremos es corregir, que desaparezca la corrupción en el Poder Judicial, sobre todo arriba; la corrupción que llevan a cabo jueces, magistrados y ministros. Aclaro, no todos, pero sí muchos de ellos que dejan en libertad a delincuentes tanto del crimen organizado como a delincuentes de cuello blanco. Si teniendo esa información —que la tienen— ellos deciden ir a una huelga, también están en su derecho, nada más que van a servir de paleros a quienes forman parte de la corrupción en el Poder Judicial”.

El mandatario adelantó que el Gobierno de México informará nuevamente sobre el contenido de la reforma constitucional al Poder Judicial para evitar la desinformación y la manipulación.

La manifestación, señala el pliego petitorio de los trabajadores, se mantendrá por tiempo indefinido y busca presionar a los diputados federales de la Cuarta Transformación para revertir sus intenciones de reforma.