El Centenario, una cita con la naturaleza

Las puertas se abrieron y el Centenario se llenó de vida. Cientos de familias disfrutaron de los espacios que ahí se encuentran, así como convivir con la naturaleza. “Me voy feliz con ganas de regresar”, expresó el señor Leonel Piña, de Poza Rica, Veracruz, luego de disfrutar con su familia en tan importante punto de encuentro.

Desde muy temprano decenas de familias se dieron cita para disfrutar de los atractivos que ahí se encuentran, entre ellos, el trenecito. La fila parecía interminable, ya que cada segundo que pasaba eran más quienes se unían, y cómo no, es la parada obligada para iniciar el recorrido.

Para los niños era un encuentro con los animales que sólo veían en los libros o en la televisión y para los adultos, es el reencuentro con su niñez, con su pasado y con aquello que les hizo feliz.

“Ya lo conocía desde niño, pero ahorita traje a mi hijo, a mi familia, para que disfruten el Centenario, hasta el recorrido que hemos hecho se conserva bien”, compartió Rener Urrutia Hidalgo, de Tabasco.

Los animales, aunque acostumbrados a la multitud y a las fotografías, no desaprovechaban cualquier momento para lucirse ante los ojos de quienes los observaban. Uno de ellos, la jirafa, quien con su porte y elegancia al caminar, se pavoneaba como estrella del lugar.

Pero quien no se quedó atrás fue el avestruz, quien aprovechó para lucir sus largas piernas y sus rápidos movimientos, así como su inigualable cuello.

El paseo continuaba y los monos se robaban el espectáculo, con sus chillidos y maniobras en la cuerda, regalaban a los asistentes un momento inigualable, por lo que las poses y las fotos por parte de los asistentes no se hicieron esperar.

Sigilosas, las culebras también eran parte del paisaje. Para algunos es un animal difícil de ver, pero para otros, es un reptil digno de admirar. “Mira mamá, ¡una culebra!”, “¿Muerde?”, “¿Es venenosa?”, eran las preguntas más escuchadas durante el recorrido. Pero estos no son los únicos animales, también, hay leones, cebras, hipopótamos, aves, venados, osos y demás, todos, esperando la visita de más personas a quien maravillar.

También, existen varios espacios para el disfrute de chicos y grandes, como el lago, el parque, el teleférico y demás, que abonan a un encuentro con la naturaleza. Con sus 106 años, el Centenario es el zoológico más emblemático de la Blanca Mérida, por lo que mantenerlo limpio es un trabajo de todos los días.- Jesús Gómez

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