EL EDITORIAL

Hace poco menos de un año era inaugurado en el estado (muchos años después de haberse anunciado) el parque de energía limpia Eólica del Golfo 1, la cual parecía que era uno de los primeros de una lluvia de aerogeneradores que cambiarán la vista de todo el estado.

Sin embargo, hoy en día tenemos un cambio drástico en el panorama de las energías limpias en Yucatán, ya que por un lado los empresarios ven que esas inversiones que parecían ser seguras hace apenas algunos años pero hoy son de alto riesgo por el cambio del panorama en el país y en el estado.

Por un lado tienen a una comunidad indígena que se está comportando como un escudo difícil de doblar, y por el otro se encuentra un Gobierno Federal que se muestra totalmente indiferente por las energías limpias y que tiene a todo su aparato buscando recuperar el petróleo perdido en el pasado, que el futuro que puede representar las energías renovables.

Ante este panorama entendemos que muchos ya estén pensando en tirar la toalla, como afirmó la Canacintra, y que se lleven sus inversiones del estado y a lo mejor del país.

Esto sería un fuerte golpe para este sector que creyó haber encontrado una mina de oro, diamantes y demás piedras preciosas, para darse cuenta que en su lugar hallaron un campo minado…

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