EL EDITORIAL

¿Cómo negarlo? En Yucatán, por supuesto, se agradece vivir sin violencia criminal.

Sin embargo, lo ocurrido ayer contra seis mujeres que acudían a una marcha en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es un acto que nadie debe sufrir y que se debe aclarar inmediatamente ante la sociedad.   

De hecho,  el propio comunicado del la SSP deja muchas dudas: ¿Qué ameritó la detención? ¿Cargar con unas tijeras, pancartas y latas de graffiti? ¿Cómo artículos para generar pancartas, en el marco de una manifestación, pueden ser considerados “peligrosos”, de acuerdo con el propio texto? ¿Agredieron las seis mujeres a alguien para motivar tal movilización?

Es esencial que los oficiales de policía que participaron en el operativo rindan cuentas y que expertos en derechos humanos emitan comentarios y opiniones para conocer las consecuencias y el camino a seguir después de este hecho que, a estas alturas, puede calificarse de irregular, extraño y sospechoso. 

Por otra parte, cortesía de nuestro compañero Esteban Cruz Obando ―respetuoso todo el tiempo de las reglas impuestas por el colectivo feminista y a través de una buena transmisión vía Facebook― se observó una marcha feminista ejemplar: mujeres exigiendo, con todo derecho, la necesidad de vivir en paz y lejos de la violencia a través de silencios, cánticos y consignas. No hubo pintas para alarmarse.

Contra lo que pudiera pensarse, el granito en el arroz fueron otra vez los comentarios misóginos, discriminatorios e intolerantes que imperaron en las redes sociales, hombres y mujeres que se empeñan en negar la existencia de métodos violentos, y peor aún, de burlarse de quienes luchan por cambiar estas situaciones. 

Día de lecciones. Jornada de aprendizajes.

Las mujeres tienen toda nuestra atención. Es tiempo de que propongan para tomar acciones.

Es ya su tiempo.

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